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En Colombia las marcas y empresas ven un incremento en ventas del 17% en el mes de agosto y los precios de productos escolares se pueden elevar hasta un 200%.
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Según cifras de Fincomercio, las familias en Colombia gastan, en promedio, $1.000 millones al año en útiles escolares en cada regreso a clases.
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DispatchTrack identificó algunas situaciones en las que la logística de última milla puede ayudar a ahorrar costos y optimizar tiempos
Bogotá - agosto de 2024.- Tras una extensa temporada de vacaciones, millones de estudiantes regresarán a clases presenciales este mes. Con esto, muchas familias inician la búsqueda de materiales, libros y los conocidos “útiles escolares” para el próximo periodo académico.
El regreso a clases se ha convertido en un desafío para el bolsillo de las familias colombianas, debido a que factores como la inflación y la devaluación del peso hace que los precios en algunos casos se dupliquen en temporadas como esta. A su vez, el tiempo para hacer compras presenciales escasea y la posibilidad de comprar en línea ofrece comodidad, flexibilidad y tranquilidad.
Para el 2024, se proyecta, desde la temporada de enero, que el gasto de las familias colombianas en útiles escolares esté entre los 400.000 y 680.000 pesos, excluyendo la adquisición de libros especializados, cuyo valor se estima entre 500.000 y 800.000 pesos. Este pronóstico surge de una investigación realizada por el Observatorio de Mercadeo de la Universidad EAN, basado en datos recolectados de las siete principales plataformas de comercio electrónico del país.
Para Carlos Díaz, General Manager de DispatchTrack Latinoamérica, optimizar los costos de entrega en la última milla es muy importante, hoy en día, dado que le permite a empresas y usuarios tomar las mejores decisiones frente al proceso de compra y entrega de un producto. Ahora, cuando casi todo se pide en línea, y los materiales para colegios y universidades no son la excepción ,tomarse unos minutos de búsqueda en línea pueden ayudar a obtener la mejor oferta posible del mercado bajo una experiencia de cliente ágil e innovadora.
En este orden de ideas, DispatchTrack detectó las siguientes claves para lograr la optimización de recursos y reducción de costos a través del uso adecuado de la logística de última milla, en el regreso a clases:
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El poder de la tecnología bien aplicada
Un software de optimización de rutas tiene en cuenta una gran cantidad de variables diferentes al determinar las rutas y los horarios más eficientes que deben seguir los conductores, incluidas las preferencias del cliente y la velocidad y habilidad del conductor. Esto ayuda a las empresas a entregar el producto lo más rápido y con el menor costo posible, logrando que los usuarios estén más satisfechos.
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Seguimiento de los envíos/compras en tiempo real
Un planificador de rutas avanzado debe integrarse con una aplicación móvil para conductores y una solución de GPS para rastrear la ubicación de los conductores en tiempo real, lo que le permite a su empresa proporcionar tiempos de entrega precisos que se actualizan en tiempo real.
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Alertas automáticas de clientes
Su software de optimización de rutas también debe enviar a los clientes alertas automáticas sobre la ubicación del conductor. Esta capacidad es enormemente beneficiosa para reducir las entregas perdidas y mejorar la experiencia general del cliente.
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Cambios ágiles de rutas y sin contratiempos
Las entregas planificadas son difíciles de gestionar, pero las entregas bajo demanda son aún más difíciles de gestionar. Afortunadamente, un planificador de rutas avanzado puede redirigir a los conductores de acuerdo con los horarios, la ubicación de los almacenes, los inventarios y los destinos planificados, permitiendo acomodar nuevos pedidos para la entrega.
Según Díaz, “en Colombia las familias se inclinan cada vez más por las compras en línea, ya que ofrecen facilidades, flexibilidad, ahorro de dinero y servicio personalizado. En este regreso a clases, los comercios y negocios esperan un alza en la demanda de productos escolares por internet que solían comprarse en tiendas físicas, como libros, dispositivos electrónicos e incluso mobiliario”.
Aunque la logística de última milla no es tan simple como parece, por fortuna hoy en día es posible optimizar las entregas con el apoyo de tecnologías de enrutamiento que pueden encontrar rutas más rápidas y rentables que redunden en la satisfacción de los clientes, que en temporadas de alta demanda, como esta, requieren agilidad e inmediatez.