Efecty creó su programa Polinizando Conciencia, un proyecto que honra a los
polinizadores, transforma vidas y fortalece comunidades.
Este programa celebra 4 años desde su creación, ha capacitado y apoyado a
más de 50.000 emprendedores.
El sector apícola en Colombia se viene consolidando en los últimos años, llegando a
récords históricos de producción de hasta 7.000 toneladas de miel donde se estiman
más de 200.000 colmenas en todo el territorio nacional, según la Federación
Colombiana de Apicultores y Criadores de Abejas – Fedeabejas.
Ante esta coyuntura actual, Efecty celebra 4 años del proyecto Polinizando
Conciencia, un programa iniciado desde 2020 como conmemoración del Día
Mundial de las Abejas, el 20 de mayo. Una iniciativa que se ha posicionado por
honrar a los polinizadores, transformar vidas y fortalecer comunidades,
consolidándose como una empresa comprometida con el desarrollo sostenible y la
responsabilidad social.
Desde su inicio, el programa Polinizando Conciencia ha estado comprometido con la
preservación y promoción del invaluable trabajo de las abejas como polinizadores.
Con el entendimiento de que aproximadamente el 35% de la producción mundial de
alimentos depende de la polinización, este proyecto adquiere una importancia crítica
en la seguridad alimentaria y la biodiversidad.
El programa, ahora en su cuarto año, tiene una amplia cobertura en los
departamentos de Cundinamarca y Boyacá gracias a las alianzas que Efecty tiene
con diversas fundaciones. Una de las alianzas más representativas es con la
Fundación Zua donde la empresa ha adoptado medio millón de abejas en sus
propias colmenas, cada una de las cuales poliniza alrededor de 7 mil flores diarias.
“Además, hemos impactado socialmente al sector apoyando a emprendedores
apicultores, por medio de la capacitación de más de 50,000 personas a través de
nuestros apiforos”, explica David Beltrán, gerente de Mercadeo de Efecty.
Esta asociación surge del compromiso mutuo de ambas organizaciones para
impulsar el bienestar social y ambiental. La Fundación Zua se dedica a apoyar a
jóvenes víctimas del conflicto armado, promoviendo el cuidado de las abejas y la
importancia de la polinización, mientras utilizan la miel como recurso para su
sustento diario y el de sus familias.
Como parte de este compromiso, Efecty, la Fundación Zua y otras organizaciones
están capacitando a jóvenes en apicultura profesional. Recientemente, 20 jóvenes
han recibido cursos especializados, teniendo la oportunidad de certificarse en varios
oficios profesionales, además de la apicultura. Entre ellos está el caso de Catalina
Joaqui Méndez, una joven del Cauca que gracias a la fundación ha tenido la
oportunidad de realizar sus prácticas laborales en Efecty, y hoy vislumbra la
oportunidad de ser contratada de manera permanente. Además, a través de
proveedores certificados, estos jóvenes están adquiriendo conocimientos y
habilidades fundamentales para el cuidado de las abejas y la producción de miel.
Este programa, que trasciende los niveles educativos convencionales, también
busca desarrollar habilidades blandas que empoderen a los jóvenes y los preparen
para un futuro sostenible. Con este compromiso continuo, Efecty y la Fundación Zua
esperan seguir expandiendo su impacto, cultivando conciencia y transformando
vidas a través del poder de las abejas y la polinización
La historia de Catalina, uno de los casos de éxito más grandes del programa:
Shirley Catalina Joaqui Méndez, de 21 años y oriunda de Santa Rosa, Cauca,
enfrentó desafíos desde temprana edad. A pesar de la precaria educación en su
localidad, se esforzó por estudiar, trabajando desde joven para financiar sus sueños.
Después de superar numerosos obstáculos en una región conocida por la
problemática social causada por el conflicto armado, ingresó al programa "Joven
porvenir del Cauca", que le abrió las puertas a la educación superior.
Tras ocho meses de formación en el programa de la fundación Zua en Sasaima,
Cundinamarca, mejoró su puntaje ICFES y logró acceder a la Universidad
Compensar para estudiar Ingeniería de Sistemas. Durante sus estudios, participó en
el proyecto apícola de la fundación, que llamó la atención de Efecty. Gracias al
programa "Polinizando Conciencias", La Fundación recibió apoyo para expandir su
proyecto y, además, Shirley aseguró una oportunidad de prácticas en Efecty, donde
demostró su valía y habilidades en tecnología.
Desde entonces, ha crecido personal y profesionalmente, enfrentando desafíos y
contribuyendo al crecimiento de la empresa. Su dedicación y determinación no solo
le permitieron pagar sus estudios, sino que también inspiran a otros jóvenes a
perseguir sus sueños.