El ayuno intermitente está de moda debido a factores como la investigación científica o al testimonio
de personas que han compartido su experiencia positiva al respecto, sin embargo, esta práctica se ve
envuelta en polémicas e interrogantes
● Expertos de la Universidad Europea advierten que este hábito alimentario puede provocar efectos
muy diferentes en cada persona: la respuesta es individual y puede depender de distintas variables
Bogotá, Colombia - 28 de mayo de 2024. Cada 28 de mayo se celebra el día Mundial de la Nutrición con el fin
de reflexionar sobre la importancia de una alimentación correcta, ya que es la base para estar y sentirnos bien.
Sin embargo, en el panorama de las dietas y hábitos alimenticios, el ayuno intermitente ha sido objeto de
controversia en las últimas semanas. Se le ha asociado con un posible incremento del riesgo de muerte por
problemas cardiovasculares, lo que ha sembrado dudas sobre su efectividad y seguridad. Pero, ¿es realmente
el ayuno intermitente una herramienta mágica para la salud, o puede representar un peligro para nuestro
corazón?
La realidad es más compleja de lo que parece, según el catedrático de Ciencias del Deporte de la Universidad
Europea, Vicente Javier Clemente Suárez, explica que “los resultados del ayuno intermitente pueden variar
significativamente entre individuos. Además, este tipo de ayuno puede acarrear hipoglucemia, deshidratación,
deficiencias nutricionales y una exacerbación de trastornos alimentarios.” El ayuno intermitente es un tipo de
alimentación que implica alternar períodos de ayuno con períodos de alimentación. Los tipos más comunes incluyen el
ayuno 16/8, que consiste en ayunar durante 16 horas y comer durante 8 horas; el método 5:2, que implica comer
normalmente 5 días a la semana y restringir la ingesta de calorías a unas 500 o 600 en los otros 2 días y el ayuno de
24 horas, que se hace una o dos veces a la semana. Aunque es un hábito alimentario que se ha hecho conocido y se
ha puesto de moda en los últimos años debido a sus beneficios, lo cierto es que no es efectivo para todos y, en
ocasiones, puede conllevar riesgos para la salud.
Sin embargo, no son todo riesgos. El ayuno intermitente puede ayudarnos también a preservar nuestra salud. “Algunos
estudios sugieren que este tipo de alimentación puede tener efectos beneficiosos como la mejora en los perfiles de
lípidos sanguíneos, la reducción de la presión arterial y el aumento de la sensibilidad a la insulina, lo que
potencialmente disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, puede promover la pérdida de peso y
la reducción de la grasa corporal al mejorar la regulación hormonal y aumentar el gasto energético”, señala el experto.
Eso sí, la reducción del número de ingestas diarias que implica el ayuno intermitente puede provocar un aumento de la
ansiedad por la comida y del estrés. Lo cierto es que cada persona reacciona de manera diferente, pero “si se consigue
mantener en el tiempo, el ayuno intermitente, generalmente, mejora la relación con la comida”.
La clave está en descubrir si el ayuno intermitente es adecuado o no para nosotros y, para empezar, es necesaria una
buena investigación y planificación previa, además de consultar a profesionales de la nutrición. “Es importante
comenzar a aplicar el ayuno intermitente lentamente, reduciendo gradualmente la ventana de alimentación”, asegura el
profesor Clemente al tiempo que lanza un consejo, “escucha a tu cuerpo, presta atención a cómo te sientes durante el
ayuno y, durante tus periodos de alimentación, enfócate en una dieta rica en nutrientes”. El docente de la Universidad
Europea hace hincapié en el consumo de agua en los tramos de ayuno para evitar la deshidratación y añade que
“sobre todo, hay que ser flexibles”. “El ayuno intermitente no es adecuado para todos. Si no funciona para ti, no te
sientas presionado a seguir con ello”, concluye.
Sobre la Universidad Europea
La Universidad Europea es una institución dinámica, orientada a aportar valor a su sociedad y a contribuir activamente a su progreso. Fiel a su vocación
innovadora, promueve una investigación aplicada y útil para la sociedad y sustenta su actividad en la potenciación del individuo, con un modelo educativo
internacional, conectado con el mundo profesional y de alta calidad académica. Esta filosofía la ha convertido en la primera universidad privada de España por
número de estudiantes. Actualmente son más de 30.000 los estudiantes de Grado, Postgrado o Formación Profesional Superior que cada año se forman de
manera presencial o semi presencial en alguno de sus campus o en modalidad online.
En España, la institución cuenta con tres centros universitarios: Universidad Europea de Madrid, Universidad Europea de Valencia y Universidad Europea de
Canarias. Estos centros acogen cuatro Facultades y Escuelas de Grado, así como la Escuela de Postgrado de la Universidad Europea y la Escuela
Universitaria Real Madrid - Universidad Europea. Asimismo, cuenta con dos Centros Profesionales, que imparte Ciclos Formativos de Grado Superior y
comparte el mismo espacio universitario que las demás modalidades de enseñanza superior en Madrid y Valencia
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Catalina Rodríguez Vega
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