Las actividades extraescolares contribuyen a que las niñas y niños potencialicen sus habilidades y les permite
descubrir nuevos talentos.
El diálogo directo entre padres e hijos es clave para elegir actividades en los cuales los niños estén
genuinamente interesados.
Bogotá, mayo de 2024. Las actividades extraescolares ayudan a que niñas, niños y jóvenes
favorezcan su desarrollo integral mediante el fortalecimiento de competencias y habilidades
socioemocionales, comunicativas y creativas. Adicionalmente, potencializan el aprendizaje en
relación con sus intereses y gustos personales; integran al núcleo familiar para acompañar y
orientar talentos; y minimiza factores de riesgo frente a situaciones de vulneración e inseguridad
con el entorno.
Sin embargo, en Colombia estas actividades no son tan comunes. De acuerdo con Cristina Duarte
Sarmiento, administradora de Educación del Programa Jornada Escolar Complementaria de
Compensar, en el país, la mayoría de niñas, niños y jóvenes, dedican su tiempo después de la
jornada escolar a otros temas como permanecer en la casa para hacer sus tareas, ir a la calle por
falta de un cuidador constante o incluso estar vinculados en actividades laborales de sus padres en
entornos generalmente informales. Así las cosas, la población que desarrolla estas actividades es
limitada, ya que, para muchos otros, se dificulta debido a factores como la cercanía con respecto a
sus hogares en donde tomar estos servicios.
De hecho, según el Ministerio de Deporte, mientras hay países como Reino Unido en el que más
del 40% de los niños entre 7 y 11 años practica algún deporte, en Colombia esta cifra se situaba
tan solo en el 9% para el 2022. Asimismo, en España se calcula que 9 de cada 10 alumnos de
enseñanza obligatoria están inscritos en alguna actividad extraescolar, que no necesariamente
está atada a algún deporte. “Existen diferentes actividades relacionadas con el juego, la lúdica y el
disfrute, que hacen parte de la infancia y que contribuyen a la exploración y el descubrimiento del
entorno, a la interacción con otros, permitiendo enriquecer y potenciar lo que se vive a nivel
personal. Además, es importante tener presente el uso del cuerpo como mediador, ya que por
medio de este se expresan a la creación por medio de la imaginación de historias, personajes y
retos, todos estos elementos invitan y convocan a los niños y niñas a participar de manera
autónoma y genuina en las actividades extracurriculares que se les propongan”.
¿Qué factores tener en cuenta para elegir estas actividades?
Actualmente, las actividades extracurriculares más practicadas por las niñas, niños y jóvenes del
país son aquellas relacionadas con el juego, la lúdica y el disfrute; mismas que despiertan el
sentido de la exploración, la creatividad, el descubrimiento del entorno, la interacción con otros, el
uso del cuerpo como medio de comunicación y la creación por medio de la imaginación de
historias y personajes.
Pero, adicional a estas, existen otras en las que esta población puede participar y para las cuales la
experta Cristina Duarte Sarmiento ofrece algunas recomendaciones:
Es clave que los padres conozcan, observen y pregunten a sus hijos acerca de sus
intereses, gustos y deseos pues las actividades deben elegirse a partir del interés genuino
de ellos.
Identificar aquellas habilidades, capacidades y destrezas que se han evidenciado en las
niñas y niños para poder potencializarlos.
Si bien es importante reconocer que hay algunos retos como encontrar acceso al servicio
en un lugar cercano al hogar o contar con un acudiente que acompañe y traslade a los
niños, también es clave indagar por organizaciones y programas que cuenten con ofertas
propicias.
Sobre las organizaciones que cuentan con una oferta de servicios para complementar las
actividades, Cristina Duarte Sarmiento añadió: “La Caja de Compensación Compensar, por
ejemplo, es una institución que ofrece a esta población y sus familias programas de Jornada
Escolar Complementaria mediante la cual pueden formarse en temas artísticos, culturales, de
educación ambiental, recreación y formación deportiva, lectura, escritura, oralidad, ciencia y
tecnología. Asimismo, hay Escuelas de Formación para el desarrollo de habilidades en áreas como
cocina e idiomas y vacaciones recreativas con las cuales pueden vivir experiencias divertidas y de
aprendizajes”.
Finalmente, sobre la edad correcta para inscribir a las niñas y niños en actividades
extracurriculares, la experta resaltó que esta depende de las necesidades y el tiempo libre con el
que se disponga. La idea es que sea después de la jornada académica diaria, que puedan espacios
para promover espacios de uso del tiempo libre, disfrutar de estos ambientes relacionados con
sus intereses y potenciar habilidades acordes con su proceso de desarrollo.