Una de las problemáticas y preocupaciones más cotidianas de Colombia es el acceso a la salud, la eficiencia y la capacidad de atención de toda la población. Con la crisis generada por la pandemia se mostraron ciertas deficiencias que en este periodo han dado paso a la mejora del sistema de salud, público y privado.
La introducción de tecnología en el sector ha probado ser una solución que no solo resulta en la mejora de la eficiencia, sino que a su vez reduce costos y tiene una serie de beneficios para todo el ecosistema. Empezando por el usuario, pero pasando por instituciones públicas, privadas, aseguradoras y prestadores de servicios. En este contexto, Conexia, una healthtech especializada en el desarrollo de tecnología para la industria de la salud con más de 26 años de experiencia en transformación digital, busca acelerar el proceso de introducción de herramientas que beneficien a la población de Colombia.
“Según cifras de Statista, en Colombia hay 2623 hospitales, con un promedio de 1,64 camas por cada 1,000 habitantes, este número según las proyecciones se mantendrá hasta el 2028” dice Alfredo Semeniuk, director comercial para Latinoamérica de Conexia. “Este es un punto clave para la tecnología, ya que con las instalaciones existentes permite mejorar la gestión hospitalaria sin la necesidad de aumentar la infraestructura actual”.
Cuando se habla de introducción de tecnología, cotidianamente se piensa en el beneficio de atención expedita, de gestión de costos, de recursos e incluso de transparencia de procesos y gastos. No obstante, existen beneficios independientes y específicos en función de cada uno de los participantes del ecosistema de salud, de forma que la colaboración entre entes sea mucho más integrada.
“Por ejemplo, a través de la suite Conexia, es posible automatizar hasta un 70% de autorizaciones además de integrar al prestador de servicios con la aseguradora, de forma que el hospital conoce su estado de su póliza, simplificando el sistema para el usuario y mejorando la relación hospitalaria con sus usuarios” complementa Semeniuk.
Por otro lado, el sistema de salud público es un entorno mucho más complejo, en el que no solo se necesita de atención y gestión de recursos. Precisa, además, crear políticas, regulaciones y prevención en función de lo observado en los sistemas centralizados. Esta proyección permitiría entender las necesidades a futuro y saber los padecimientos que deben prevenirse de forma urgente. Inclusive ayudar en la gestión y coordinación de medicamentos necesarios en cada uno de los pacientes.
Enfermedades como las isquémicas del corazón, cerebrovasculares, respiratorias crónicas e hipertensivas son cuatro padecimientos con alta frecuencia en el país. “Al introducir sistemas como la Suite Conexia en las instituciones públicas, es posible conocer la frecuencia, las temporalidades, costos internos, recursos necesarios, tasas de mortalidad y un largo etcétera de información, que permite a los gobiernos hacer políticas públicas más enfocadas en la población gracias a los datos” complementa Semeniuk.
La tecnología médica ha crecido a pasos agigantados y esto se refleja en que, con posterioridad a la pandemia, la telemedicina o las farmacias online han duplicado sus usuarios, según Statista, y la medicina sigue siendo una solución enfocada en usuario final y a una población digitalizada.
El introducir soluciones como las que ofrece Conexia permite que sea el entorno el que se digitalice, cambiar procesos manuales y análogos para que la población se digitalice de forma indirecta. Y así que obtengan el beneficio de la tecnología sin necesidad de ser ellos quien tengan que hacer esa transformación digital.
“A lo largo de nuestros años de experiencia hemos probado que, contrario a lo que pudiera pensarse, la digitalización de los procesos de salud no encarece los servicios, sino al contrario, para los proveedores privados funciona como un catalizador de las utilidades siendo más rentables; y para los servicios públicos un controlador de gastos” concluye Semeniuk.