Valle del Cauca, Colombia, 25 de agosto de 2022 – A inicios de este mes, comenzó la segunda cohorte del diplomado Escuela de Líderes para un Valle Sostenible, que busca fortalecer las capacidades de liderazgo, asociatividad y gestión de recursos de 35 líderes comunitarios de los corregimientos de El Placer, Santa Elena y la zona urbana de El Cerrito; Ginebra y Amaime (Palmira), los cuales hacen parte de la zona de influencia de Providencia.
‘‘Este programa ha sido un factor diferencial y ha marcado un antes y un después en mi camino como líder comunitario. Sin lugar a duda, las herramientas y los conocimientos del diplomado nos enseñan a ser agentes transformadores en nuestro territorio, teniendo a su vez temas fundamentales como la formulación de proyectos y la gestión de recursos. Igualmente tuve la oportunidad de visitar el Ingenio y conocer todos sus procesos productivos y los esfuerzos que hacen en materia ambiental, hechos que desconocíamos, también tuve la fortuna de contar con el acompañamiento y un capital semilla para la implementación de mi proyecto lo que ha contribuido al desarrollo y bienestar de mi comunidad’, concluye Óscar Sánchez beneficiario de la primera cohorte del proyecto.
En esta versión, el programa académico es operado por la Universidad del Valle y busca cualificar a los participantes en sus capacidades y valores como seres humanos, así como en sus competencias y destrezas para ejercer liderazgos comunitarios efectivos, colaborativos y democráticos. Opera bajo la modalidad de diplomado, cuya metodología ha sido reconocida por facilitar el acceso a competencias específicas de forma rápida, práctica y conveniente. Al finalizar el proceso formativo, se espera que los líderes tengan proyectos comunitarios formulados y cuenten con conocimientos y herramientas para la implementación de diferentes proyectos de impacto en sus comunidades.
“La Escuela de Líderes para un Valle Sostenible es un programa de diplomado que busca fortalecer las habilidades de liderazgo y gestión territorial con los líderes comunitarios de nuestra zona de influencia. Desde 2019, forma parte de los programas de sostenibilidad de Providencia y, a la fecha, 32 líderes han sido certificados y tres proyectos han sido ejecutados. Sin lugar a duda, es muy gratificante ver la importancia de este tipo de iniciativas con la comunidad que tienen una gran aplicabilidad y pueden ser ejemplo en materia de sostenibilidad y liderazgo”, afirmó Angie Riascos Rojas, directora de Sostenibilidad de Ingenio Providencia.
De esta manera, Providencia continúa compartiendo su dulzura sostenible a través de sus programas de inversión social y sostenibilidad con los que ha aportado al desarrollo de la región, como es el caso de Providencia Centro de Formación Integral, ubicado en el corregimiento El Placer, en El Cerrito, y el cual tiene la importante misión de educar a más de 4.000 personas al año.
El programa Providencia Conecta, por su parte, entrega servicio de internet de forma gratuita en las viviendas de 437 niños y jóvenes estudiantes, además de una sala de internet comunitario en el corregimiento de Guabas, en Guacarí, y la Escuela de Fútbol con sus cuatro sedes, tres en El Cerrito y una en Palmira, en la que se han beneficiado más de 400 personas, entre otras.
***
Sobre Providencia
Por casi 100 años Providencia ha entrelazado la naturaleza, la educación y el desarrollo económico para dejarle a las próximas generaciones un lugar para vivir; su gestión en lo social, ambiental y económico le permiten catalogarse como una empresa de triple impacto. En 1991 el Ingenio pasó a formar parte de la Organización Ardila Lülle, incorporando grandes avances tecnológicos y diferentes cambios en su estructura organizacional.
Su componente social es la educación de calidad. Gracias a sus programas son beneficiadas 4.000 personas al año con educación básica y media, formación tecnológica, primera infancia (Centro de Formación Integral Providencia), fomento al deporte, entre otros.
Desde la gestión ambiental, trabaja en la creación de fuentes energéticas renovables derivadas del ejercicio agrícola, actividad que cuenta con la certificación internacional Bonsucro que acredita el cumplimiento de los estándares en la fabricación sostenible de azúcar y alcohol. Así como la protección y preservación del agua, la biodiversidad y los ecosistemas frágiles amenazados, a través de Providencia Parque Ecológico. Adicionalmente, para 2022 el ingenio obtuvo por segundo año consecutivo, la mejor huella de carbono en el sector azucarero del país asociada al etanol anhidro combustible desnaturalizado.
En el ámbito económico se materializan los esfuerzos en la producción de azúcar, así como bioetanol, energía eléctrica renovable y compost orgánico, entre otros, generando 3,640 empleos directos. Por usar la fuerza del mercado para dar soluciones concretas a problemáticas sociales y ambientales, Providencia es el primer ingenio azucarero certificado como Empresa B en el mundo.