El boom de la moneda digital ha venido evolucionando la forma en que se realizan las transacciones con dinero, suponiendo nuevos retos para el sector financiero. El dinero ya no se cuenta en sacos o en lingotes, dejando de lado la utopía de muchos de vivir la experiencia de la famosa serie “La Casa de Papel”.
Las metodologías del sector financiero también han cambiado. Las áreas de IT tienen el protagonismo frente a la necesidad de contar con una infraestructura digital y ecosistemas industriales densos para respaldar esta nueva forma de pagos digitales en todo el mundo.
La atención constante de este sistema ha elevado las criptomonedas a la conciencia general. Las divisas virtuales son una realidad y los entes financieros ya las estudian a fondo. De acuerdo con una encuesta realizada por el Bank for International Settlements (BIS) en el 2020, más del 84% de los bancos centrales encuestados, incluido el Banco de la República de Colombia, están adelantando o ya han realizado estudios sobre la emisión de CBDC.
‘’Las CBDC son monedas digitales que emiten los bancos centrales y sirven como una alternativa al dinero en efectivo. De hecho, más de 100 países, que representan más del 95 % del PIB mundial, están explorando una CBDC para aumentar la eficiencia y la estabilidad de sus sistemas de pago digital’’, afirmo Amet Novillo, director general Equinix México.
Características de la moneda digital del banco central (CBDC)
Si bien las CBDC se encuentran en las primeras etapas, incluida la exploración, la prueba piloto y el lanzamiento, esta forma de moneda digital podría presentar ventajas sobre otras una vez que se establezcan la infraestructura y los sistemas:
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Habilitar transacciones multidivisa sin fronteras.
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Establecer transacciones auditables y trazables.
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Ayuda a prevenir transacciones ilegales como el lavado de dinero.
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Puede facilitar el seguimiento de las actividades económicas sujetas a impuestos.
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Ampliar el acceso a los sistemas financieros formales para quienes no tienen cuentas bancarias o tarjetas de crédito.
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Mantener la relevancia del dinero minorista a medida que los pagos digitales se convierten en la norma.
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Reducir el costo de las remesas internacionales.
Una vez que los bancos centrales definan cómo funcionarán sus CBDC, necesitarán nuevas soluciones que los conecten con socios de la industria y ecosistemas. Afortunadamente, este no será un camino de descubrimiento. Los intercambios de criptomonedas, las plataformas de comercio de divisas y las redes de tarjetas ya han abierto el camino para implementar infraestructura digital para respaldar sus modelos comerciales globales de mover dinero y cambiar entre diferentes monedas.
‘’Será relativamente fácil intercambiar moneda digital entre billeteras en un solo país; pero para enviar dinero a otro país cumpliendo con las regulaciones internacionales, los pagos deberán procesarse a través de un banco, luego un cambio de moneda extranjera y luego una red de pago. Esto requiere un amplio marco de infraestructura digital’’, concluyó Novillo.
Fuente de redaccion compass.net.co