El modelo económico que se ha empleado tradicionalmente es el de adquirir productos y servicios que atiendan las necesidades de las personas, activen la economía y que a su vez hagan crecer las empresas; pero la sociedad ha comenzado a preocuparse y preguntarse si la dinámica de este consumo excesivo afecta o deja una huella ecológica difícil de recuperar en el planeta. Vincular a los consumidores en el proceso es indispensable para que todos los esfuerzos que se realicen en pro del ambiente sean efectivos al momento de adoptar una nueva forma de consumo, dándole a los productos un segundo uso, reduciendo a su vez los residuos que afectan nuestro planeta.
Existe un alto grado de familiaridad con las 3R del reciclaje, Reutilizar, Reparar y Reciclar, pero desde hace un tiempo se ha empezado a hablar de las 9R y cómo estas son la base de la Economía Circular, donde se busca que el valor de los productos, materiales y recursos se mantengan durante el mayor tiempo posible y se reduzca al mínimo la generación de residuos. La Unión Europea desde 2015 propuso un plan con más de 50 medidas a implementar que permitirán cerrar el ciclo, pasando de un modelo de consumo lineal donde se produce, se usa y se desecha a uno que busca extender al máximo el ciclo de vida de los productos que se utilizan a diario, el redescubrir y valorizar el potencial de un producto usado permite que se amplie el empleo de las palabras de las 9R, enfocándose cada vez más hacia el modelo de producción y consumo sostenible de bienes. Estas 9 estrategias se pueden dividir en tres líneas de acción productos, procesos y personas.
Productos
Rechazar: renunciar a ciertos productos que ya no necesitamos
Repensar: potenciar la eficiencia de transferir servicios frente a poseer productos
Reducir: disminuir el consumo de recursos en la fabricación y usos de los productos
Procesos
Reutilizar: volver a utilizar un producto que aún está en buenas condiciones
Refabricar: reemplazar partes deterioradas de un producto para venderlo como reacondicionado
Restaurar: Poner al día un producto que ha rebasado su umbral de uso
Reciclar: recuperar residuos que tras un tratamiento puedan ser reutilizados
Personas
Redefinir: reconvertir un producto obsoleto para darle un uso distinto al original
Reparar: arreglar un producto defectuoso para seguir dándole su uso original
Según Edgar Erazo, director ejecutivo de la Corporación EcoCómputo, dentro del proceso de recolección de residuos, se pueden identificar materiales valorizables que pueden ingresar al ciclo productivo y materiales que requieren de un tratamiento especial por su composición, apoyando así la definición de economía circular.
Finalmente, el objetivo es que los consumidores conozcan y sean conscientes del poder que tienen sus hábitos de compra, que puedan identificar y aplicar estas 9 estrategias, y que desde los hogares se tome la decisión de desechar los productos de forma adecuada, entregándolos a los diferentes programas posconsumo los cuales se encargan de gestionar y disponer de forma ambientalmente segura cada uno de los residuos generados en el día a día, permitiendo así la conservación del ambiente. Pues no es una tarea de unos pocos, es una tarea de todos.
Así que cómo consumidor, primero pregunta si es realmente necesario adquirir un nuevo producto para sustituir otro que todavía cumple su función.
Fuente de redaccion Comunicaciones EcoCómputo