Según el Primer Estudio de Transformación Digital de la Empresa Colombiana, menos de un tercio de las compañías del país se encuentran capacitadas para abordar la transformación digital. Pese a ello, casi un 80% ha comenzado ya algún proceso de variación tecnológica.
La globalización, ha logrado el acercamiento real entre culturas y comunidades a un nivel de interacción tan alto, que construye cada día infinidad de variables tan diversas como la cantidad de personas que existen en el mundo. Conocer el entorno se ha convertido en una necesidad para las actuales y nuevas generaciones, situación que obliga a las empresas a tomar decisiones urgentes, con el fin de lograr un objetivo común: satisfacer el cliente, y como consecuencia fidelizarlo para garantizar su permanencia en el mercado; de lo contrario difícilmente las compañías lograrán subsistir en un mundo tan complejo y ambiguo como volátil e incierto.
Las diversas experiencias y exigencias de los clientes ocasionan que el mundo empresarial se mueva a gran velocidad, impulsando la creación de más compañías, algunas innovadoras, las cuales en ciertos casos surgen como una iniciativa de emprendedores; y otras más rezagadas, que siguen las tendencias globales para satisfacer a los consumidores que en muchos de los casos no están comprometidos con ninguna plataforma o producto, porque encuentran en el ciberespacio múltiples soluciones a sus necesidades.
Actualmente, con la facilidad de comunicación que brindan las redes sociales, los clientes comparten a sus seguidores las vivencias con los productos o servicios, de manera instantánea, volviendo virales sus experiencias; marcando así una tendencia disruptiva en la industria del consumo: “opinión en tiempo real”.
Es aquí donde la “omnipresencia digital” toma la mayor relevancia, es necesario recordar que quien está en la Internet quiere tener acceso a cualquier negocio, a cualquier hora y a través de los múltiples dispositivos conectados; son estos escenarios los que deben ser considerados como una experiencia única que marque el diferenciador con otras empresas, sea cual sea su canal de contacto, la experiencia debe ser la misma.
La Internet ha llevado al cliente-empresa, empresa-cliente a tenerla como diferencial al momento de comunicarse, ya no es válido demorar horas o días para compartir molestia o agrado por un producto, servicio, marca o institución; por otro lado ha vuelto compleja la toma de decisiones al haber ambigüedad en la información, por esto es necesario disponer de más tecnologías que ayuden a simplificar y adecuar los datos. Es aquí donde toman relevancia herramientas como Big Data y Business Intelligence, que pueden ayudar con este proceso, ya que el monitoreo de información y tendencias se hace imprescindible para emitir juicios de valor, entonces la presencia “On Line” no es un lujo sino una obligación.
Esperar a que lleguen tiempos más tranquilos o diferentes a los que se viven hoy no será buena estrategia, el solo hecho de estar sumidos en este mundo obliga a participar de la trasformación digital, ya que seguro no será pasajero. A las empresas se les recomienda anticiparse, informarse, adquirir conocimiento y adaptarse al cambio, con el fin de ser competitivas y sobrevivir a estas nuevas condiciones. No se debe olvidar que existen empresas especializadas (Tercerizar – Outsourcing) con quienes se puede lograr un apalancamiento para cumplir los objetivos corporativos.
Gonzalo Alfonso Sotelo
Gerente de Productos de Algar Tech
0 Comentarios
Deje su comentario