La adopción de nuevas tecnologías está generando cambios profundos al interior de las empresas, con beneficios para la productividad y optimización de procesos, pero también retos como una mayor incertidumbre, algo que las organizaciones deben poder gestionar de manera adecuada. Una de las formas de hacerlo es a través del liderazgo empático y efectivo.
Bogotá, Mayo de 2022. La transformación digital ya es una realidad a nivel global, tal y como lo refleja el estudio “The Great Realization”, desarrollado por ManpowerGroup, empresa líder en servicios innovadores de capital humano. Más del 80% de los empleadores han avanzado hacia la digitalización en respuesta a la crisis de la pandemia, y 1 de cada 3 organizaciones tienen planes de aumentar su inversión en tecnología de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático durante el próximo año.
Esta disrupción tecnológica tan acelerada, potenciada por el auge de la virtualización, ha traído consigo fuertes cambios en los mercados globales y también al interior de las empresas: redistribución de funciones y tareas, desaparición de viejos roles y creación de nuevos puestos de trabajo que demandan nuevas habilidades y formas de liderar. También, según el estudio de ManpowerGroup han cambiado las expectativas de los trabajadores, que ahora ponen especial valor en condiciones laborales como la flexibilidad, el equilibrio entre el trabajo y el hogar, y el bienestar físico y mental.
Frente a este panorama de transformación rápida y profunda de los mercados y la fuerza laboral, las empresas necesitan ser cada vez más flexibles. Para ello es fundamental un liderazgo desde la innovación, orientado a promover la adaptabilidad, la resiliencia y sobre todo el aprendizaje continuo.
“En el futuro, los líderes deben fomentar la capacidad de aprendizaje y el espíritu emprendedor dentro de las organizaciones'', dice Adriana Garcés, Directora Right Management de ManpowerGroup. “Se necesitan personas capaces de mejorar el desempeño de sus colaboradores a través de la enseñanza permanente y, que al mismo tiempo, compartan esa voluntad de aprender y desarrollar las habilidades propias de esta nueva revolución digital”.
La revolución del liderazgo en la era digital
La llamada “cuarta revolución industrial”, propiciada precisamente por la disrupción tecnológica, promete dar un vuelco a las dinámicas laborales y al papel que juega el talento humano dentro de las empresas. De hecho, estimaciones del Foro Económico Mundial señalan que para 2025, cerca de 85 millones de puestos de trabajo serán desplazados como resultado de los procesos de automatización, que establecerán una nueva división de las tareas entre humanos y máquinas.
A esto se suma una crisis global de escasez de talento, especialmente en las áreas de innovación y desarrollo tecnológico. Según el estudio de ManpowerGroup, “The Great Realization”, una de cada cinco organizaciones a nivel mundial tiene problemas para cubrir vacantes en tecnología, incluyendo gerentes de proyecto de TI, desarrolladores de software, analistas de ciberseguridad y especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje automático.
“Las empresas necesitan generar confianza, escuchar a las personas, responder a sus necesidades y ayudar a los trabajadores a priorizar y recargar energías”, asegura Garcés. “Cuando el estrés va en aumento y la preocupación número uno en la mente de muchos trabajadores es perder sus puestos de trabajo, es fundamental contar con un liderazgo fuerte, una comunicación transparente, frecuente y una cultura que sea adecuada para el trabajo híbrido y el bienestar”.
El futuro del trabajo requiere un nuevo paradigma en el que prive el compromiso con remodelar la cultura al interior de las empresas. Por eso, la ejecutiva de Talent Solutions considera que la revolución digital demanda también una revolución del liderazgo: la formación de líderes capaces de priorizar el aprendizaje y generar una propuesta de valor para los empleados que brinde un sentido de propósito y bienestar.
Las organizaciones que no logren consolidar este tipo de liderazgo tendrán dificultades para ejecutar su estrategia y deberán prepararse para perder talento a manos de empresas que sí lo harán.
Fuente de redaccion milenium.group