Arturo Ramos, Business Head de Región Andina para Geopagos, explica el rol dinamizador de una pieza clave para la digitalización de las transacciones y la inclusión financiera: el agregador de pagos, una alternativa que permite llegar a más comercios y, en definitiva, a más personas, con menos burocracia y de manera sencilla.
América Latina atraviesa una revolución en sus transacciones cotidianas. Siguiendo la línea de los mercados más desarrollados, la proliferación de nuevas tecnologías de pagos digitales permite que cada vez más comercios dependan cada vez menos del efectivo. Lo cual incrementa sus ventas y les da acceso a servicios financieros que antes parecían muy lejanos. En países como Perú o Colombia (que cuenta con normativa para promover los pagos digitales) no son solo las fintech sino también los bancos los que ven una gran oportunidad para ofrecer soluciones convenientes y ampliar su base de clientes, haciendo que el uso del efectivo sea cada vez menor.
En una transacción digital intervienen al menos seis actores: el pagador, el comercio, la entidad emisora de la tarjeta, el procesador, el adquirente y las redes de pagos. El adquirente es quien afilia al comercio para que pueda recibir pagos con tarjeta. Las redes de pagos son la autopista a través de la cual el procesador del pago envía información a la entidad que emitió la tarjeta –en general, un banco- y que finalmente autoriza a que la transacción se realice.
Durante los últimos años, surgió un nuevo jugador: el agregador de pagos. ¿De qué se trata? “Es una alternativa que permite llegar a más comercios y, en definitiva, a más personas, con menos burocracia y de manera sencilla”.
El agregador simplifica la afiliación y el proceso permite mayor agilidad para comenzar a vender. También conocido como “agrupador de pagos” o “payment facilitator” en otros países, no reemplaza al adquirente sino que funciona como mediador. El agregador se convierte en un aliado del comercio: gestiona el riesgo potencial con herramientas tecnológicas y gana en escala “agregando” muchos comercios. Es quien aporta la documentación y lleva adelante las certificaciones para que los comercios puedan ser afiliados.
Según Arturo Ramos, “en la región Andina hay una gran oportunidad para volverse agregador ya que más del 80% de los pagos se siguen realizando en efectivo. Y la mayoría de esos pagos vienen de los pequeños negocios que es donde apunta el modelo agregador. Incluso está comprobado que con una solución de pagos los comercios incrementan sus ventas en un 30%”.
A esto agrega que “el modelo agregador es una vía práctica y ágil para captar esas transacciones e incluso potenciar el resto de sus servicios: Si son bancos, pueden hacer cross selling de sus productos bancarios, dar crédito a los comercios o pymes y, en definitiva, conocer mejor a sus clientes. Para los comercios, el modelo agregador baja las barreras de entrada a los pagos digitales y les permite ampliar sus ventas y hacer crecer su negocio”.