Bogotá, D.C., febrero de 2022. Pocos saben que diariamente cerca de 1.000 niños son diagnosticados con cáncer alrededor del mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Colombia, según la Cuenta de Alto Costo, los casos de cáncer infantil en 2020 aumentaron un 44,82% en comparación con 2019. A su vez, la proporción de casos nuevos reportados incrementó un 57% y la tasa de mortalidad creció en un 59%. ¿Qué hacer frente a esta situación? En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Cáncer Infantil, se hace necesario dirigir los esfuerzos nacionales y regionales para garantizar el acceso a tecnología diagnóstica innovadora, pero también al cumplimiento de indicadores como el tiempo transcurrido entre la sospecha diagnóstica y el diagnóstico confirmatorio de la enfermedad.
¿Por qué es tan importante este enfoque? De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, si se detecta oportunamente esta patología, se puede mejorar la supervivencia a 5 años hasta en un 70%, lo cual implica que una alta proporción de estos niños podrían curarse. Estos esfuerzos por mejorar el diagnóstico y el tratamiento oportuno de la enfermedad adquieren relevancia en un contexto en el que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud -OMS, ampliar la capacidad de detección de cáncer en la población menor a los 19 años permitirá aumentar la sobrevida de esta población en un 60% al año 2030, salvando cerca de un millón de niños con la implementación efectiva de la estrategia.
Panorama Nacional:
De cara a esta situación, en Colombia, las leucemias ocupan la primera posición como el cáncer más frecuente en niños (menores de 19 años), con aproximadamente 780 casos anuales y 370 fallecimientos cada año, seguido por los tumores del sistema nervioso central con 230 casos y 130 fallecimientos y los linfomas no Hodgkin con 170 casos y aproximadamente 65 fallecimientos.
Para el país, la calidad y oportunidad diagnóstica son puntos clave en la gestión de los cánceres más incidentes de la infancia; allí, el uso de tecnologías innovadoras y la implementación de procesos claros abrirán una ventana para acceder a tratamientos tempranos y orientados.
“Esta preocupación debe movilizarnos a crear soluciones multisectoriales que promuevan el incremento de las capacidades a todo nivel, priorizando servicios diagnósticos de calidad para todos los niños con sospecha de cáncer. Además, el sistema debe evaluar permanentemente tanto los hitos de la ruta de atención como el desempeño y la calidad de los aseguradores y los prestadores, con miras a encontrar planes de mejora que propicien la integralidad diagnóstica y así salvaguardar la vida de los niños”, comenta Rogerio Sperb, Country General Manager del Hub Andino de BD.
Acciones prioritarias para salvar vidas:
Con este panorama es indispensable reducir las barreras de acceso al diagnóstico para asegurar un tratamiento certero y oportuno en Colombia y así reducir la mortalidad atribuida al cáncer infantil.
La Ley Jacobo (Ley 2026) ha constituido al cáncer infantil como una prioridad en salud pública, reforzando la garantía del derecho a la salud y la integralidad en la atención a los niños con sospecha o diagnóstico de este grupo de enfermedades. La voz de oncólogos y pacientes ha planteado en repetidas ocasiones la necesidad de simplificar procesos administrativos para acercar los servicios a la comunidad y a aquellos quienes necesiten la tecnología. “Las barreras administrativas limitan el acceso a los servicios por parte de personas en condición de vulnerabilidad. Situación que mina la oportunidad diagnóstica”, Según Rogerio Sperb, Country General Manager del Hub Andino de BD.”
“Esta ley es una ventana que le permitirá al país mejorar sus resultados en cáncer infantil a mediano y largo plazo. Después de la universalización del acceso a la salud en Colombia tenemos que alcanzar coberturas óptimas de acceso a servicios de pesquisa y diagnóstico de punta. La efectiva implementación de las Rutas Integrales de Atención en Salud, de lado a la dinamización del Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud, y la modernización de la capacidad instalada traerán eficiencia a la operación del Sistema de Salud Colombiano” afirma Rodrigo Pestana, Líder para Asuntos Médicos y Científicos de BD para América Latina.