Haciendo un repaso de lo que ha sido mi vida académica y laboral, me puedo dar cuenta de una cosa y es que muchas veces la única razón por la cual no nos gusta algo, es porque no lo entendemos. Sin duda, cursar el programa de Bachillerato Internacional me brindó una visión flexible, las ganas de explorar, de vivir nuevas experiencias y de buscar ser la mejor en cada camino en el que he incursionado.
Considero que soy una persona a la que le encanta instruirse, “p ara mí un día sin aprender algo, por pequeño que sea, es un día perdido y cuando cursas el IB, todo el tiempo estás aprendiendo cosas. Fue en el programa donde pude explorar mi gusto por la literatura y la escritura, que al final me llevarían a estudiar comunicación social y periodismo; también crecí artísticamente, desarrollando técnicas y sentando lo que hoy en día son mis hobbies como lo es tejer, hacer manualidades y pintar”.
Desde pequeña me planteé objetivos mientras desarrollaba talentos en las áreas que más me gustaban. Una gran parte de lo que he logrado a nivel académico y laboral a través del IB es el poder tener la opción de hacer enfoques en ciertas materias, de desarrollar una forma de educación humanista o numérica, lo que me ha permitido tomar decisiones acordes a lo que he vislumbrado para mi constante crecimiento.
Siempre pensé que tener el diploma IB me iba a abrir muchas puertas en el futuro y no solo porque me permitiría ingresar a universidades en otros países, en realidad, mi prioridad estaba enfocada en entrar a mi pregrado con bases sólidas en disciplina, profesionalismo y rigurosidad, pues estaba convencida de que si me esforzaba mucho en el último grado del colegio, la llegada a la universidad iba a
ser menos traumática. En definitiva así lo fue, llegué con muy buenas bases en conocimiento y metodologías, mismas que me acompañan hasta el día de hoy.
Como egresada del programa IB, uno de los valores que aprendí y más resalto es el de tener una mente abierta, un valor que me ha permitido entender diversos contextos y adaptarme a trabajar en diferentes países, con personas de todas partes del mundo. Especialmente cuando trabajas en comunicaciones y relaciones públicas, como lo es mi caso, tener la mente abierta da pie a poder capturar la noticia tal y como la requiere cada mercado, entendiendo las necesidades y prioridades cambiantes dependiendo del contexto cultural y social en el que se desenvuelven.
En mi desarrollo personal también puedo destacar que cursar el IB me dio un sentido de responsabilidad y disciplina. Más allá de todos los conocimientos teóricos que brinda el programa, este acentúa habilidades como el profesionalismo, la pasión, el sentido de pertenencia y la actitud positiva. Asimismo, es innegable el hecho de que el Bachillerato Internacional te educa para ser líder, para inspirar a otros, para resaltar entre la multitud con inteligencia, carisma y actitud, características que son resultado directo de lo aprendido durante mi incursión en el IB.
Actualmente trabajo en una Startup, una empresa de altísimo rendimiento. Siempre he creído que los que trabajamos en startups y somos felices haciéndolo, estamos un poco locos. La presión que se maneja en una empresa de este estilo de base tecnológica no tiene comparación; pero, cuando eres fácilmente adaptable; te gusta encontrar y proponer soluciones; encuentras la forma de trabajar de la mejor manera . Es un hecho que si no me hubiera entrenado el IB a encontrarle solución a lo que parecía no tenerlo, seguro la historia sería otra.
Entre las características más innovadoras con el método de enseñanza del IB he mencionado ya varias, sin embargo, quisiera destacar que al fomentar una mente abierta esto marca un precedente en cómo se deben manejar las relaciones sociales, especialmente cuando se enfrentan a culturas diversas, acentos, lenguajes y concepciones diferentes del mundo. Así como la capacidad de autogestión del tiempo y la confianza que se da a los estudiantes para que desde el colegio lleguemos a la comprensión de que mucho de lo que hacemos no es para el profesor o para su jefe, sino para uno mismo, lo que deriva en que seamos independientes y propositivos en cualquier tipo de administración o gestión a realizar.
Actualmente estoy haciendo una maestría en Comunicaciones Estratégicas de la Universidad de la Sabana. Desde mi experiencia, contundentemente puedo asegurar que el Bachillerato Internacional te motiva, te guía, te construye, te llena de disciplina y te hace mejor persona.
Acerca de la autora: María Camila Segura, graduada del Programa del Diploma del Bachillerato Internacional por el colegio Aspaen Gimnasio Iragua. Actualmente lidera el área de PR en una fintech.