Por Francesco Rodano, Chief Policy Officer de Playtech
En comparación con Europa y Estados Unidos, la industria del juego en América Latina se encuentra en una fase inicial. La falta de conocimiento real sobre muchos de los aspectos técnicos del juego online hace que exista un nivel de desconfianza entre los consumidores. Los mercados no regulados que existen actualmente en países como Brasil ayudan poco y, en última instancia, dejan a los jugadores vulnerables. Tal vez no resulte sorprendente que en los últimos 18 meses, cuando Covid-19 ha obligado a muchos de nosotros a permanecer en casa, haya aumentado inevitablemente el riesgo de ludopatía en toda América Latina.
Sin embargo, hay medidas que la industria del juego y sus reguladores pueden tomar para ganar la confianza de los consumidores y salvaguardar tanto el bienestar de los jugadores como el futuro del sector. Durante mi tiempo como Director de Políticas de Playtech, una de las principales compañías de desarrollo de software de juegos de azar del mundo, hemos estado operando en más de 30 mercados regulados y ahora creo firmemente que los cinco pasos que se describen a continuación no sólo tendrían un efecto inmediato y positivo en los mercados en línea de América Latina, sino que también aumentarían la confianza y la transparencia en lo que es un momento crucial pero precario para la industria en la región.
1. Trabajar juntos por un entorno seguro y justo
La regulación es crucial, pero un marco regulador sólo funciona cuando las tres partes -el Estado, el jugador y la industria del juego- logran sus respectivos objetivos. Por ejemplo, al controlar el sector, el Estado debe generar ingresos fiscales al tiempo que protege a sus ciudadanos y mantiene el juego libre de delitos. Del mismo modo, esos ciudadanos deben tener acceso a los productos de entretenimiento que desean y, al mismo tiempo, sentirse seguros y protegidos del fraude, la delincuencia y las prácticas desleales. Por último, la industria -y con ello me refiero a toda la cadena de suministro, incluidas, por ejemplo, las empresas de medios de comunicación- debe obtener un beneficio justo al tiempo que opera bajo normas claras y razonables.
Por eso, a pesar de ser difícil de organizar -por la percepción errónea de que las tres partes tienen intereses contrapuestos y la negatividad general que rodea a los juegos de azar-, es crucial un enfoque conjunto de las tres partes interesadas. Y es factible, como se ha demostrado en España, donde el Gobierno creó hace unos años un consejo asesor para el juego responsable. Funciona como un foro para todos, desde los reguladores hasta el gobierno, los representantes de la industria y las asociaciones de consumidores, así como los académicos de la adicción, los ex jugadores problemáticos y los proveedores de tratamiento, y ha demostrado ser muy exitoso.
2. Despliegue de tecnología escalable para cumplir con la normativa local
Un sistema de juego online es, por naturaleza, internacional: Varios servidores repartidos por diferentes países, pero que en última instancia sirven a los clientes en su propia jurisdicción. En ese sentido, no es diferente de otras plataformas que dependen de sistemas informáticos robustos, como Itaú y Mercado Libre. Y al igual que estos otros sistemas, las actividades de juego en línea, cuando están permitidas, están sujetas a las regulaciones locales, algunas de las cuales pueden llegar a niveles granulares de detalle técnico. A menudo, la gestión y la seguridad de los equipos informáticos deben cumplir normas estrictas y someterse a auditorías periódicas por parte de organismos de ensayo acreditados. También se les puede exigir que expertos independientes realicen escaneos de vulnerabilidad, pruebas de penetración y comprobaciones de los juegos y generadores de números aleatorios para garantizar su buen funcionamiento.
Para los jugadores, las medidas deben ser igualmente estrictas. La identificación electrónica ayuda a garantizar que la persona es quien dice ser, mientras que la autenticación multifactorial es también una política común. Por lo general, existe una supervisión continua de las actividades de inicio de sesión y del cambio de dispositivos, con soluciones tecnológicas capaces de detectar comportamientos explotadores y fraudulentos. Y hay que tener en cuenta también que estos comportamientos fraudulentos no se producen exclusivamente contra los clientes, sino que en ocasiones también son realizados por ellos mediante el abuso de bonos y promociones, el fraude con tarjetas de crédito y la colusión de jugadores.
3. Proteger a los jugadores vulnerables
Los juegos de azar en línea tienen la ventaja intrínseca de basarse en el seguimiento intrincado de todas las transacciones relacionadas con el juego. Es una parte obligatoria de la normativa, que también exige que los datos se almacenen durante varios años. De cada cliente, el operador de juegos de azar sabe cuándo y cuánto tiempo juega, a qué juega, cuánto deposita, apuesta, retira, etc. Hay docenas, si no cientos, de variables disponibles para cualquier cliente individual. A través de la Inteligencia Artificial entrenada con los datos de comportamiento de jugadores problemáticos conocidos, esta cantidad masiva de datos puede ser analizada automáticamente para identificar e indicar un cliente con un riesgo de juego problemático, incluso en una etapa temprana.
Todos los seres humanos son diferentes: dos personas pueden ser diagnosticadas como adictas al juego y, sin embargo, presentar síntomas completamente diferentes. Por eso es tan importante analizar la combinación de diferentes variables en lugar de basarse en simples umbrales, como el dinero apostado o el tiempo invertido. Esos datos superficiales podrían hacer que no se intercepte a algunos jugadores de riesgo o, al contrario, podrían señalar a personas sin problemas. Conocer los síntomas individuales también permite una intervención personalizada sobre el cliente de riesgo, basada en el factor de riesgo específico.
4. Informar a los clientes sobre los sitios web de juego autorizados.
La naturaleza de Internet hace que cualquier sitio web sea fácilmente accesible, aunque opere al margen de la normativa. Como a todos los consumidores, a los jugadores les gusta comparar opciones y precios, por lo que si el juego en línea está restringido, o no está permitido, los clientes pueden recurrir al entorno no regulado, exponiéndose a importantes riesgos relacionados con sus datos y su dinero. Por lo tanto, los sitios certificados siempre deben anunciarse y promocionarse como tales en los mercados regulados.
Un operador regulado cumple con la normativa local que previene el fraude y el blanqueo de dinero, salvaguarda los datos y ofrece métodos de pago seguros. Y cada vez más, los operadores serios querrán operar en mercados regulados. En el mercado regulado, el incumplimiento de la normativa local les hace correr el riesgo de perder su licencia, recibir una fuerte multa y arruinar su reputación general. En un entorno regulado, los operadores deben separar los fondos de los clientes de los suyos propios para garantizar que los clientes siempre puedan retirar su dinero. Un sitio web no regulado no se preocupa por estas cosas, lo que significa que los clientes tienen menos protección, ninguna garantía de poder retirar sus depósitos o ganancias, y ninguna idea de la liquidez financiera del operador.
5. Comunicarse con el cliente y preocuparse por él
Las asociaciones comerciales pueden desempeñar un valioso papel, sobre todo si son ampliamente representativas del sector, tanto en términos de proveedores como de operadores. Y al colaborar con cualquier número de asociaciones comerciales, pueden construir y alimentar las relaciones con las principales partes interesadas, cooperando en los desafíos comunes, así como en los objetivos sostenibles a través de la investigación empírica y el intercambio de resultados. Los retos comunes podrían ser las restricciones generales que, aunque pretenden proteger a los jugadores, podrían tener efectos adversos, como las prohibiciones de publicidad o los límites de depósito obligatorios que, al tratar a todos los jugadores por igual, pueden establecerse demasiado altos y no proporcionar una protección adecuada, o demasiado bajos y empujar a los jugadores hacia el exterior. El objetivo de una investigación más creíble es que, en la medida de lo posible, las regulaciones se desarrollen sobre la base de pruebas y datos.
A la hora de considerar la protección de los jugadores, debería ser lo más fácil posible autoexcluirse. Hay una serie de servicios de bloqueo de dispositivos disponibles, como Gamban, que permiten a las personas evitar que su teléfono móvil, ordenador y/o tableta se utilicen para acceder a sitios de juego en línea. Según una investigación realizada para GambleAware en el Reino Unido, Gamban ha demostrado una eficacia del 99% en el bloqueo del acceso a sitios web y aplicaciones de juego. Desde un punto de vista ético, se trata de herramientas esenciales para prevenir la ludopatía.
Para más información: playtech@sherlockcomms.com
Fuente de redaccion Playtech
La división financiera de Playtech, Finalto, es un líder tecnológico en el sector de los CFD y las operaciones financieras y opera tanto en el ámbito B2B como en el B2C. www.playtech.com