Bogotá, octubre 2021.- La vida de los pacientes con osteoartrosis (OA), una de las enfermedades crónicas y degenerativas más comunes que afecta aproximadamente a 1,3 millones de personas en Colombia y a 300 millones de pacientes en el mundo, se ve gravemente debilitada por el dolor constante y las limitaciones en la actividad física que afectan vida quienes la padecen.
Esta patología, que se genera por el desgaste del cartílago en las articulaciones y que produce rigidez y dolor crónico, es causada principalmente por lesiones, sobrepeso, debilidad muscular, daños en los nervios e incluso factores hereditarios. Datos de la Arthritis Foundation indican que para 2025 la enfermedad presentará un aumento del 16%1; un pronóstico que reiteran la importancia de que el diagnóstico y tratamiento correcto para el control del peso y fortalecimiento del cuerpo con dietas, programas terapéuticos y medicamentos deben ser vitales para el bienestar de las personas.
De hecho, la Asociación Colombiana de Reumatología (ACR) indica en la investigación ‘Prevalencia de la enfermedad reumática en Colombia, según estrategia COPCORD-ACR’ que tanto Latinoamérica como Colombia tienen muy poca información relacionada con la prevalencia, costos e impacto de la enfermedad, una situación compleja teniendo en cuenta las proyecciones de aumento de una patología que avanza de manera silenciosa y afecta a 1 de cada 4 colombianos1.
Afectaciones corporales y mentales
Existen muchas afecciones y dolencias que pueden causar la osteoartrosis, como el sobrepeso, lesiones, debilidad muscular, daños en los nervios que suplen las zonas de las articulaciones e incluso, factores hereditarios. No obstante, estos factores no deben ser los únicas para tener en cuenta a la hora de coordinar un tratamiento óptimo. Los componentes sociales y la salud mental son elementos que pueden agravar o mejorar las condiciones del paciente, por lo que incluirlos dentro de un programa personalizado ayudará a mejorar considerablemente la calidad de vida.
Según un estudio de la OA Patients Task Force, alianza de organizaciones de pacientes liderada por la Osteoarthritis Foundation International (OAFI) y la Arthritis Foundation, se evidenció que la manera de vivir y los factores en salud como: el nivel socioeconómico, educación, inactividad física, sobrepeso, problemas familiares y de salud mental, se identificaron como elementos determinantes para empeorar la calidad de vida de los pacientes con osteoartrosis de rodilla. Además, se identificó que, de los 25.000 pacientes estudiados, el 93,4% eran mujeres, lo que demuestra que esta enfermedad las afecta mayormente y por ende reportan la peor calidad de vida.2
“La valoración de la calidad de vida de los pacientes y los factores socioemocionales no es una práctica común en la investigación clínica de esta patología. Por esta razón, dentro del tratamiento requerido para las personas con OA, se deben tener en cuenta estos factores que pueden ralentizar el mejoramiento efectivo del paciente”, aseguró el Dr. Juan Tejada, gerente médico de Sanofi.
Tratamiento integral para el mejoramiento socioafectivo
Un buen programa de tratamiento ayuda a disminuir el dolor y la rigidez de las articulaciones, mejorar el movimiento de éstas y aumentar su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas. Entre las opciones de tratamiento destacan, control del peso mediante dietas, programas de ejercicio estructurado, tipo fortalecimiento y/o entrenamiento Cardio Balanceado o Ejercicios de Mente-Cuerpo, terapia física y ocupacional, medicamentos como analgésicos que ayuden a aliviar el dolor, diversos anti-inflamatorios y suplementos nutricionales como el Colágeno hidrolizado, sobre todo en etapas tempranas de la enfermedad2.
Además, de acuerdo con el Dr. Tejada, existe la técnica de viscosuplementación que consiste en inyectar la articulación de la rodilla con derivados de ácido hialurónico de alto peso molecular, una sustancia que se encuentra en forma natural en el líquido de las articulaciones y que ayuda a lubricar y amortiguar la misma. Finalmente, la cirugía podría ser útil si existen grandes daños en las articulaciones, dolor persistente en las mismas y discapacidad debido a la limitación del movimiento articular 2.
Adicionalmente, la implementación de terapias completas administradas por profesionales de la salud, donde se promocionen las acciones voluntarias para el cuidado de la salud y se tengan en cuenta los factores socioeconómicos y afectivos, podrían mejorar la calidad de vida de los pacientes, por medio de educación continua y fisioterapias supervisadas que ayudarán a mejorar las condiciones y la estabilidad emocional de esta población.2
Por otro lado, la enseñanza nutricional y deportiva de las personas con esta enfermedad es vital para tener un día a día estable. “el síntoma más grave y fuerte de la osteoartrosis es el dolor crónico, factor que afecta el movimiento y la psicología del paciente, por eso tener una alimentación saludable es la mejor forma para reducirlo y así garantizar el bienestar de la persona”, puntualizó Tejada.
Ejercicios con intensidad baja, como el yoga, pueden entrenar los músculos y fortalecer las articulaciones, acción que ayudará a aliviar el dolor constante y mejorar la salud mental; además de ayudar a bajar de peso y así reducir la tensión que se genera en las articulaciones.
Sin duda, la OA es la enfermedad con el crecimiento exponencial más importante. “No podemos dejar de lado el llamativo aumento en la prevalencia a partir de los 40 años (2,43%), hasta afectar a uno de cada 3 individuos (33,9%) después de los 70 años. Esta situación plantea un desafío para todos los agentes comprometidos en la solución de los problemas de salud, en la implementación de programas de prevención y en la integralidad de los factores que afectan a los pacientes tanto en la parte física como mental.” Finalizó Tejada.1