Según cifras del Banco Mundial, más de dos mil millones de toneladas de desechos sólidos se producen cada año en el planeta, dejando a Asia Oriental y el Pacífico como las regiones que más los generan, seguido de Europa, Asia Central, Asia Meridional, América del Norte, América Latina y el Caribe. El estudio reveló además que entre los elementos y materiales que más se producen son los metales, vidrio, plástico, papel y alimentos.
El Banco Mundial asegura que, si no se logra tener una mayor conciencia y las medidas adecuadas, la cifra podría aumentar 3.400 millones de toneladas en los próximos 30 años.
De acuerdo con la Asociación Nacional de empresas de servicios públicos y comunicaciones, en Colombia se generan cerca de 12 millones de toneladas de basura al año, de las cuales se recicla en promedio un 17%. Solo en Bogotá se producen 6.300 toneladas de basura al día y solo se re-aprovechan entre el 14% y 15%, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
La realidad es que, si el consumo de los colombianos se mantiene a ese ritmo, la generación de residuos aumentará en un futuro cercano. Es decir, lejos de mejorar, estaremos atentando cada año más contra el ambiente. La responsabilidad social individual que tiene cada persona con sus acciones cotidianas no se puede subestimar por que son estas, las que al final, aportan al cuidado ambiental.
Para Juliet Rodríguez Cuevas, directora nacional de Responsabilidad Social y Cooperación de Areandina, es necesario e importante que cada uno asuma el rol y el compromiso para disminuir los impactos ambientales. “En esta coyuntura en la que vivimos, estamos llamados a elevar una voz sobre el cuidado del ambiente, no solo desde los hogares, sino como empresas e instituciones. Se deben generar procesos sostenibles y que cada uno desde la casa, pueda implementar dichas políticas ambientales para seguir formando la cultura del reciclaje, como esa movilidad alternativa donde todos somos partícipes”.
Estos son algunos hábitos sencillos que al ser sumados pueden empezar a generar un cambio positivo para el futuro de los humanos como especie y de aquellos animales, plantas y ecosistemas enteros con los que habitamos.
Apreciar y cuidar los recursos
Recursos como el agua y la luz no son ilimitados, por eso, es importante utilizar bombillas ahorradoras, reutilizar el agua de la lavadora en otras labores del hogar como lavar pisos y antejardines, al abrir la llave, ya sea en la ducha o lavaplatos, siempre hacerlo a un término medio para no usar toda la potencia que da el grifo.
Los aparatos eléctricos actúan como ‘vampiros’. Es decir que, si se dejan conectados a la corriente continúan consumiendo energía. Esto sucede aún más con aquellos que tienen luces incorporadas o con el cargador de celular. Por lo tanto, es mejor desconectar todos los dispositivos que no se estén utilizando. Hacerlo alargará la vida útil de varios de ellos y “protegerá el bolsillo”.
Ser un consumidor responsable
Un consumidor responsable es aquel que piensa en sus acciones incluso antes de una compra. Por eso, solo compra lo que necesites y evita desechar más de la cuenta. Con el mismo pensamiento, reutiliza, repara y aprovecha cada cosa que compres, así alargarás su vida útil. Entre las mejores estrategias para hacerlo está donar, participar en trueques con amigos y vecinos o hacer ventas de garaje.
Otra forma de ser más responsables con el ambiente es valorar el esfuerzo de las empresas que, al comprometerse con la sostenibilidad, invierten en insumos más amigables con el planeta, con sus programas de post consumo, publicitan sus productos de manera responsable y escuchan a sus grupos de interés.
El autocuidado y el cuidado de la naturaleza no son mutuamente excluyentes
La pandemia ha hecho que millones de personas debamos portar tapabocas al salir de casa. Acoplásticos, el gremio que representa a la industria de los plásticos en Colombia, reportó que mensualmente producen 10 millones de tapabocas quirúrgicos en el país, 100 mil mascarillas, 2.5 millones de guantes de látex y 40 millones de guantes de vinilo.
Este tipo de mascarillas no reutilizables están hechas de tela no tejida de polipropileno, es decir, es un derivado químico del petróleo o del gas natural y por eso pueden tardar alrededor de 450 años en descomponerse. Entonces, si queremos que nuestro autocuidado no comprometa al cuidado del ambiente, es mejor usar tapabocas reutilizables estos contaminan menos.
Entre los mejores hábitos que podemos tener para cuidar el ambiente está reducir el uso de plásticos de un solo uso. Para hacerlo en la cotidianidad hay consejos sencillos como cargar un recipiente para el agua, rechazar las pajillas o pitillos o llevar una personal.
La cocina, un espacio para el ahorro
Hay algunas recomendaciones para sacarle el máximo provecho a la energía que utilizamos en la cocina. Usar sartenes y ollas cuyo tamaño sea el más parecido al de la hornilla de la estufa y cocinar al vapor con una cocción en torre para que varios alimentos se cocinen con la misma energía. Así mismo, se aconseja comprar alimentos de temporada y utilizarlos al máximo para no desperdiciarlos. La producción de alimentos implica el gasto de muchos recursos y algunos de ellos pueden ser altamente contaminantes como la carne, la leche y todos sus derivados.
Ver la oficina como un segundo hogar
En la oficina también hay importantes acciones que se pueden llevar a cabo para cuidar el planeta. Programar las impresoras para que hagan impresiones a doble cara. Si se usa un aire acondicionado en el lugar de trabajo, éste debe estar tres grados por debajo de la temperatura exterior para no derrochar la energía necesaria para su funcionamiento. Al momento de almorzar, lo mejor es optar por llevar los alimentos a la oficina con utensilios reutilizables o salir a almorzar a un restaurante. Se sugiere evitar el uso de platos y utensilios desechables que a veces son ofrecidos en establecimientos a la hora de pedir un domicilio o cuando se ordena ‘para llevar’.
Movilidad más consciente
Si usas menos tu auto das un respiro a las vías y al ambiente. Considera alternar con tus compañeros de trabajo el uso del vehículo. También se puede establecer un día a la semana para caminar al trabajo o usar la bicicleta u otros medios alternativos de transporte.
La sostenibilidad es un tema que no puede dejarse de lado. Cada día debe cobrar más importancia en nuestras vidas y, cambiar nuestros hábitos es la mejor manera de demostrar nuestro compromiso con el futuro del planeta.
Fuente de redaccion grupoelconserje.com