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En 2020, los impuestos verdes, fondos de adaptación y subsidios dejaron cerca de $413.000 millones de pesos.
Bogotá, abril de 2021-. El cambio climático y la necesidad de promover la transición hacia una economía baja en carbono hace que el financiamiento climático y la inversión sostenible cobren relevancia. Gestión de Riesgos Sostenibles (GRS), organización que transfiere los riesgos de un mundo renovable, explicó en qué consisten las finanzas climáticas y cómo ser un usuario del sector financiero responsable.
“Cuando hablamos de finanzas del clima nos referimos a los recursos públicos y privados o a los instrumentos financieros que se utilizan para descarbonizar la economía y adaptar el mundo y las actividades productivas del hombre frente a los efectos nocivos del cambio climático. Básicamente, las finanzas del clima buscan costear o viabilizar la reducción de las emisiones (mitigar) y aumentar la resiliencia (adaptar)”, explicó Sergio Isaza Bonet, fundador y gerente de Gestión de Riesgos Sostenibles (GRS).
En línea con lo anterior, la inversión sostenible es una manera responsable de destinar un capital, buscando rentabilidad para el inversionista, que beneficie también al medio ambiente y la sociedad. Históricamente, el inversionista sólo buscaba carteras que maximizaran sus ganancias, sin tener en cuenta si perjudicaban o no el medio ambiente o a la sociedad.
Hoy en día, el sector financiero está haciendo su parte a través del desarrollo de productos financieros que apoyan la sostenibilidad, como bonos verdes, líneas de créditos para proyectos solares o vehículos eléctricos e híbridos, e instrumentos financieros de mitigación de riesgos climáticos extremos (lluvias o sequías extremas) que afecten generadores eléctricos y el precio de la energía.
El sector público, explica Isaza, “también está poniendo su grano de arena. En Colombia, el gobierno financia el clima por medio de impuestos verdes, fondos de adaptación y subsidios. Piense en la reforma tributaria del actual gobierno que quiere extender el impuesto al carbono a la industria carbonera. El año pasado este impuesto dejó cerca de $413.000 millones de pesos y sólo era aplicable a ciertos combustibles fósiles”.
Por su parte, grandes empresas como Apple o Microsoft también están dando su paso hacia la sostenibilidad e invirtiendo en ella, pero ¿qué pueden hacer las personas? A continuación, GRS entrega algunos consejos para ser un consumidor financiero responsable:
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Escoja bien sus proveedores de productos financieros: Es importante preguntarse qué tan verde es su aseguradora, fondo de pensión o su banco. Confirme si su banco se encuentra adherido al Protocolo Verde de Asobancaria (2017). Si es una aseguradora revise sus políticas de suscripción e inversión en combustibles fósiles. Si se trata de su fondo de pensiones revise si permite invertir en fondos de sostenibilidad. Recientemente, algunos fondos administradores abrieron esta posibilidad
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Si va a comprar bonos: Piense en invertir en bonos verdes y de sostenibilidad. Según un reciente informe del iGST y Transforma, el 6.4% de las emisiones totales de 2020 fueron bonos verdes o bonos para energías renovables certificados (BVC, 2020a). ¡Hay mucho espacio para crecer!
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Si va a invertir en acciones: Hágalo en empresas que estén dando un paso hacia la sostenibilidad, por ejemplo, empresas que tengan estándares de divulgación de inversiones o estén listadas en un índice de sostenibilidad.
Tradicionalmente, la acción individual para contrarrestar el cambio climático ha estado enfocada en las elecciones que tomamos tales como seguir una dieta, el tamaño de la familia, entre otros. Pero la forma como se relaciona el ser humano con el sector financiero también es clave para la comprensión y aporte a las finanzas del clima.
Fuente de redaccion Gestión de Riesgos Sostenibles