Aunque comentaristas especializados y agencias extranjeras visualizan un importante crecimiento del PIB este año, lo cierto es que los indicadores actuales no son los mejores y algunas variables, como la del empleo, muestran malos resultados hasta el mes pasado.
Bogotá, marzo de 2020. Desde hace algunos años el panorama económico no es el mejor y Colombia viene navegando con dificultad en este aspecto. Aunque la apertura económica mostraba un futuro un poco más promisorio, la pandemia, que consumió la mayor parte del 2020, causó múltiples estragos y, hasta ahora, no se visualiza un horizonte claramente positivo en términos económicos para el país.
El Gobierno Nacional se ha visto en la seria necesidad de implementar diferentes medidas para mitigar los efectos de la contingencia actual y, aunque por los avances en los temas de vacunación sugieren una probable disminución del impacto del CoVid-19 en múltiples frentes, lo cierto es que el 2021 no comienza de la mejor manera pues varios indicadores financieros demuestran que superar la crisis económica en el país no va a ser tarea fácil a pesar de que se esperan repuntes con el mayor optimismo.
Aunque el año pasado, para contener las afectaciones de la pandemia, se llevaron a cabo diferentes estrategias con el objetivo de ayudar a varios sectores de la economía; lo cierto es que, por la premura de actuar de manera efectiva antes la crisis, algunas de estas medidas no han tenido el impacto que se esperaba.
Para Sergio Rodríguez Azuero, socio fundador de CMS Rodríguez-Azuero y uno de los expertos más reconocidos en el país en temas de Derecho Bancario & Financiero “no basta con tomar medidas para contener los desafíos actuales, es necesario pensar en su impacto a largo plazo pues, está claro que lo que ha dejado con su paso la pandemia, hasta el momento, no va a desaparecer con la inmunidad frente al CoVid-19”.
El ejemplo más claro de esto es que, según Rodríguez Azuero, “la refinanciación de los créditos bancarios que, sin duda, dio un respiro a muchos deudores, ha generado quejas por parte de algunos sectores en el sentido de que no llegaron a todos los niveles y que los costos por la intervención del Fondo de Garantía fueron elevados, así como el margen en la colocación de las líneas de Bancoldex”. Aunque aclara que es un asunto que debe ser estudiado a fondo para poder ser verificado y tener claro si es una percepción o una realidad, señala que “de ser cierto, puede incidir, junto con la prolongación de la crisis, en el incremento de la cartera morosa”.
Aún así, hay elementos positivos e importantes a resaltar que, gracias a las medidas implementadas por los gobiernos nacional y distrital, funcionaron como respuestas ante la crisis y permitieron avances tales como el indudable fortalecimiento de la banca digital, el desarrollo del teletrabajo, la exitosa implementación de la educación no presencial y la digitalización del sector jurídico; conceptos que años antes se veían lejanos y difíciles de implementar en el país, además de innecesarios y poco confiables.
“Es de esperar que con el avance en el proceso de vacunación se vaya retomando la confianza, se vuelva a la semi presencialidad y se recuperen las cifras de los sectores más golpeados como, por ejemplo, todos los vinculados directa o indirectamente al turismo, y así el panorama cambie sustancialmente para el segundo semestre, pues este inicio del año fue para algunos sectores una prolongación del que acaba de terminar”.