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Tener hábitos, rutinas y destacar lo positivo de estas, es clave para el regreso a clases tanto virtuales como presenciales.
Bogotá, enero de 2021. El regreso a clases después de la temporada de vacaciones y en medio de la pandemia actual, puede convertirse en algo complejo para las familias, en donde el manejo adecuado de las emociones de los hijos en etapa escolar se convierte en un gran desafío para los padres.
Para tener un regreso a clases exitoso Laura López Portela, directora del programa Licenciatura en Educación Infantil de la Universidad El Bosque entrega algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta:
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Anticipar lo que va a suceder. Los niños y jóvenes asumen las situaciones de la manera en que los adultos se las presenten, por lo que es fundamental anticiparlos sobre lo que va a suceder; hablar con ellos de manera clara y tranquila sobre los cambios en las rutinas que se asumirán como familia y ciudadanos, para mostrarles lo positivo que pueden tener estos cambios en sus vidas.
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Destacar la relevancia de las rutinas. Estas generan seguridad, tranquilidad e independencia para actuar. Las rutinas se convierten en hábitos y es lo que permite que los niños y jóvenes asuman con autonomía comportamientos que se buscan fomentar a corto y largo plazo.
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Hacer del regreso algo positivo. Se debe evitar trasmitir a los niños y jóvenes sentimientos negativos, así como miedo e inseguridad en el caso de las clases presenciales. Para esto es importante hacer una diferencia entre el miedo y la precaución en relación con las prácticas de bioseguridad que se deben asumir en esta nueva realidad. Es importante enfocarse en que comprendan las orientaciones para el autocuidado y las apropien sin que lleguen a sentir temor por salir de casa o interactuar con otros.
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Clases virtuales. Se deben generar rutinas que permitan la preparación para estas, como tomar un baño, desayunar, organizar la habitación, preparar los materiales y tener un espacio de trabajo definido y organizado. El tener los implementos necesarios con antelación, permitirá mayor independencia y orden para los niños, lo que facilitará el día a día a los padres que continúan trabajando en casa.
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Clases presenciales. Para el retorno a estas es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
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Retomar desde unas semanas antes rutinas de sueño, alimentación y actividades, esto será clave para que los niños y jóvenes puedan estar preparados físicamente para su regreso a la presencialidad.
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Hacer acuerdos de cuidado personal que los niños tendrán en cuenta en el momento de relacionarse con sus compañeros y profesores.
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Evitar el envío de elementos que no sean necesarios y que puedan ser focos de contagio (juguetes, bufandas, guantes, entre otros).
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Estar atentos a las orientaciones brindadas por las instituciones educativas y docentes para facilitar el cumplimiento de los protocolos estipulados.
“Los niños tienen la capacidad de adaptarse fácilmente a los cambios siempre y cuando estos sean transmitidos de una manera positiva y cuenten con el acompañamiento y la seguridad que brindan los adultos que están a su alrededor (familia, cuidadores, maestros). En el caso de los jóvenes es necesario hacerlos parte de la toma decisiones, tener en cuenta sus intereses y lo que piensan alrededor de la situación; escucharlos y adoptar una posición mediadora con ellos puede ayudar a la adaptación a nuevos cambios que se puedan presentar”, comenta López.
Las relaciones familiares basadas en la confianza, la transparencia y la comunicación pertinente permite que niños y jóvenes crezcan en entornos que favorecen el cuidado de su salud mental.
Fuente de redaccion Universidad El Bosque