Buenas medidas para un aislamiento inteligente

Abr 13, 2020 - by administrador

En momentos en que el mundo se encuentra arrodillado ante la fortaleza del impacto generado por el Coronavirus cabe la inquietud de preguntarnos si estamos tomando las medidas correctas y completas. La Teoría Sistémica en Administración y Análisis de Problemas nos permite abordar escenarios múltiples y posibles que nos permitan orientar la toma de decisiones a la luz de las variables más consistentes y que correspondan al análisis de costo beneficio, entendiendo el costo no solo desde el punto de vista económico sino en todo sentido o riesgo.

En este momento la cantidad de bulos, cadenas por redes y mitos urbanos han salido como la cura y la perfecta prevención para aliviar esta terrible pandemia. Pero el lavado de manos, el aislamiento social, el uso o no de tapabocas y la eliminación de aglomeraciones solo lograran cortar las cadenas de transmisión para disminuir el crecimiento exponencial en un momento dado. Sin embargo, a largo plazo, no evitará el contagio de la población en general, eso es claro para todos los científicos y personas del sector salud.

La importancia de reevaluar la forma en que estamos afrontando la situación es vital en los futuros meses; es duro pensar que las probabilidades de no contagiarnos son bastante bajas y que de alguna manera solo estamos dilatando el asentamiento del Covid 19 en territorio nacional. Recordemos que el éxito de la raza humana ha estado ligado continuamente a toda clase de riesgos, pero ello no ha detenido su gran trasegar histórico ¿por qué ahora entonces lo hacemos? ¿no será el momento de mirar esta contingencia de otra manera?

Conviene ahora, y de manera simple y obvia referirnos a los riesgos que tradicionalmente estamos expuestos como personas. Es evidente que la única circunstancia para alcanzar la muerte es estar vivíos. De la misma manera, diariamente existe un riesgo de morir o sufrir un accidente si utilizamos alguno de los medios de transporte, bien sea: tren, avión, carro, moto, entre otros; y pese a esto, la gente los toma de forma habitual. A raíz de esas frecuentes exposiciones se desarrollaron contingencias como las señales de tránsito, semáforos, cinturones de seguridad, air bag, entre otros. Pudiendo observar con estas medidas a través del tiempo, han disminuido de manera importante la morbimortalidad en los accidentes en vehículos y otras actividades de alto riesgo. 

En correlación con lo pronunciado por el Presidente Iván Duque acerca de avanzar hacia un aislamiento inteligente, nuestro trabajo como personal sanitario y que orienta grandes grupos siempre ha sido el de desarrollar actividades y controles que nos permitan disminuir al máximo el riesgo, si bien en Colombia se han implementado medidas arbitrarias con poca garantía aumentando la pobreza , desempleo y el malestar social no se puede seguir creando falsas ilusiones con respecto a aplanar una curva que desde luego el país no tiene, porque a la fecha con menos de 60 pacientes hospitalizados de los cuales casi 30 son de cuidado intensivo, es desatinado crear un ambiente de crisis cuando según cifras oficiales la crisis es inexistente.

A continuación, podríamos considerar la siguiente hoja de ruta, dando el tiempo a que los científicos del mundo hagan su tarea y nos sorprendan con la vacuna o el medicamento, o por qué no los dos. En este periodo es elemental identificar a la población por nivel de riesgo y de acuerdo a ello definir las acciones para cada grupo en particular. De esta manera será posible aislar y reubicar la población con mayor riesgo, con medidas estrictas de lavado de manos, aislamiento social, prohibición de salir a sitios de aglomeraciones, prohibir la participación de ellos en actividades de más de 50 personas. Muchas de estas acciones desde luego tendrían el papel protagónico de  las EPS, pues ya cuentan con la información respectiva del caso, usando esta documentación para ordenar la identificación de grupos por edad y patología de riesgo y así adelantar actividades de prevención y de control especificas.

 

Es el momento de reactivar las actividades de manera inteligente, responsable y con condiciones que nos ayuden a mitigar el riesgo. Por eso  es preciso autorizar la normalidad en la realización de actividades por grupos de riesgo, sin paralizar el país, frenando la crisis social que desde luego la nación  no tiene como subsidiar, esto de la mano del desarrollo de actividades tendientes a disminuir el riesgo a través del manejo de una de las principales restricciones en el control de la epidemia, es decir, la disponibilidad de cuidados intensivos, medidas de aislamiento para personal sanitario y disponibilidad de medicamentos e insumos generales en todos los centros de atención. 

Asimismo, intensificar actividades generales para toda la población como lavado de manos, desinfección de medios de transporte, mercados; el uso de tapabocas sencillos para grupos en servicios públicos, como el transporte; normas de distancias en mesas de cafeterías, restaurantes; volver obligatorio los recambios de aire en discotecas y sitios de conglomeraciones mayores a 50 personas, iniciar el acondicionamiento de todos los establecimientos educativos dotándolos de lavamanos suficientes y así como de dispensadores de gel antibacterial. Esto de la mano a la masificación de pruebas y la ampliación de la capacidad instalada en clínicas y hospitales. 

Tomando medidas para el riesgo y no aislándose se permitirá una infección de casos controlada sin que colapsen los servicios de salud, partiendo de que los que se van a infectar con mayor frecuencia serán los de menor riesgo, tomando en cuenta que el 80% de los que se infecten no requerirán atención hospitalaria; estaríamos avanzando hacia la medida de control natural y que corresponde a la inmunidad colectiva. Ahora debemos definir si somos capaces de aprender a vivir con un nuevo riesgo o simplemente vamos a escondernos indefinidamente sin hacer nada y viendo como el mundo y nuestro país se cae a pedazos. Lo vital ahora es ser realistas, las ayudas del gobierno no podrán subsidiar a toda la población y a la industria, ni la población más vulnerable y de estratos bajos estará en disposición de respetar estas medidas que de entrada no garantizan mucho, por eso hay que actuar de manera inteligente, responsable y en comunidad. 

 
Redaccion por Medical