La agricultura es un vector determinante de la economía global. Esta industria, tan necesaria
y a la vez compleja, enfrenta desafíos crecientes debido al aumento constante de la
población y la reducción de los recursos disponibles, como la tierra cultivable y el agua.
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), la población mundial superará los nueve mil millones de personas para
el 2050, lo que incrementará la demanda de productos agrícolas entre un 60% y 70%. Ante
este escenario, una estrategia de desarrollo productivo que combine tecnología de
electrificación inteligente, automatización y digitalización se presenta como una oportunidad
crucial para obtener una ventaja competitiva en ese sector.
El crecimiento demográfico mundial no solo aumenta la demanda de alimentos, sino que
también reduce la tierra disponible para uso agrícola. Esto, sumado a la urbanización
acelerada —con dos tercios de la población viviendo en zonas urbanas para 2050— y los
objetivos climáticos globales, nos lleva a repensar la forma en que producimos alimentos y
nos impulsa a desarrollar nuevas formas de agricultura inteligente que minimicen los
kilómetros que se recorren para trasladar alimentos y que logren la optimización de
recursos, manteniendo estándares sustentables en cada fase del proceso.
La transparencia en la cadena de suministro y la reducción de costos son otros factores
críticos. La necesidad de trazabilidad y de un desarrollo agrícola autónomo está en
aumento, y el crecimiento programado puede reducir significativamente el tiempo de
comercialización, ayudando a cumplir con las normativas internacionales.
Con la implementación de tecnologías de automatización, IoT, digitalización y análisis del big
data para lograr mayor precisión se dio paso al agro 4.0, el cual ha evidenciado un cambio
en la forma de producir: hoy tenemos más eficiencia, análisis de factores climáticos que
influyen en los campos, uso controlado y específico de insumos, reducción de costos y
exactitud en tiempos de cosecha. En Colombia, según datos del Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural, únicamente el 10% de las fincas usan tecnología avanzada para
monitorear cultivos, aplicar fertilizantes y pesticidas de manera precisa, y optimizar la
irrigación, El uso de estas y otras herramientas, les permite a los agricultores tomar
decisiones de manera informada, consciente y clara para impactar positivamente en sus
cultivos de una manera integrada, cibersegura y sustentable.
En Siemens, hemos trabajado-los últimos años- en lo que se denomina la agricultura del
futuro; es decir la vertical. Este tipo de cultivo es una oportunidad escalable para cualquier
mercado y a la fecha ya son varios países en donde se llevan a cabo este tipo proyectos,
entre ellos el alemán, emiratí, checo y norteamericano.
Este modelo agrícola, surgió para mitigar desafíos como la inseguridad alimentaria, la
demanda de productos con menos o libres de insumos químicos, el limitado acceso a tierra
cultivable, los altos costos de producción y la escasez de mano de obra especializada.
La agricultura vertical permite cultivar productos en interiores, durante todo el año y más
cerca del consumidor, disminuye las tasas de desperdicios, reduce los altos costos de
transporte y reduce la huella de carbono de la cadena de suministros. Con esta técnica, se
consume un 95% menos de agua, se pueden controlar los niveles de luz para generar
condiciones óptimas de crecimiento, regular la temperatura y los niveles de CO2 requeridos
por las plantas. Su diseño vertical facilita una gran producción en un espacio reducido, lo
que será vital en un futuro cuando las áreas urbanas lleguen a su tope máximo de
ocupación.
Un factor clave en este tipo de cultivos es el uso eficiente del agua. Con nuestros variadores
de frecuencia, junto a las estaciones de automatización, hemos logrado optimizar el uso del
recurso hídrico, permitiendo la recuperación y reciclaje del agua vaporizada, lo que implica
ahorrar hasta 250 millones de litros al año.
En suma, la agricultura está en un punto de inflexión donde la transformación digital es vital
para enfrentar los desafíos actuales y los de un futuro cada vez más exigente. En Siemens,
estamos listos para acompañar al sector agroindustrial en cada una de las fases de su
transformación digital y así darle escalabilidad de forma eficiente y sostenible en el tiempo.