Conferencista: TC. Milena Elizabeth Realpe Díaz
Descripción:
El entorno cibernético, se ha convertido en el principal sistema nervioso del que ahora depende la actividad social, económica, política e incluso militar de los Estados. Aunque cada vez más, las personas, organizaciones y países dependen del ciberespacio para sus actividades diarias, existe un panorama de riesgos complejo y cambiante que compromete su funcionamiento, su eficacia y la confianza que depositamos en él. A medida que ha aumentado la dependencia de la información y las comunicaciones, los temas de seguridad también han tenido que evolucionar: de la seguridad informática a la seguridad de las TI, luego a la seguridad de la información y ahora a la ciberseguridad y luego a la Ciberresiliencia. En consecuencia, la seguridad ya no se trata solo de proteger los procesos, la información y los datos dentro del perímetro de la empresa, sino que se extiende a través de Internet a la cadena de suministro, los clientes, los socios y la sociedad en su conjunto.En este contexto, Las organizaciones deben trabajar juntas, con los gobiernos y con los ciudadanos privados para lograr la resiliencia cibernética. Debemos preparar nuestras organizaciones para interactuar y desarrollarse en el ciberespacio, donde los riesgos requieren ser controlados a través de una estrategia general de ciberresiliencia basada en el equilibrio adecuado entre las personas, los procesos y la tecnología, Una buena Estrategia de Resiliencia Digital debe abordar varios componentes o dominios: Anticipar, prevenir, contener, resistir, defender, recuperar y evolucionar. Y esto solo puede darse, si tenemos personas capaces de afrontar estos nuevos desafíos, de proponer alternativas integrales que le permitan a la organización o la nación sacar el máximo provecho de la era digital. Una buena Ciberresiliencia proporciona las medidas necesarias para abordar estos riesgos de manera efectiva, brindando a las organizaciones la confianza para explotar la era digital para brindar las oportunidades de crecimiento e innovación de las que dependen; validando siempre la existencia de un equilibrio entre la oportunidad, el costo y el riesgo, el cual deberá ser administrado por las organizaciones o Estados.