Bogotá, marzo de 2021 – El desembolso de las cesantías por parte de los empleadores ya se realizó y estos recursos pueden ser utilizados por los trabajadores en ciertas situaciones puntuales, las cuales están estipuladas por la ley, con el objetivo de que se inviertan en proyectos de vivienda, educación o sean un seguro en caso de desempleo.
A pesar de la crisis generada por el covid-19 el año pasado y según el Ministerio de Vivienda “el 2020 será recordado como el mejor año del sector vivienda a pesar de los contrastes vividos por cuenta de la pandemia por covid-19, que hacia los meses de marzo y abril llevó a registrar los mínimos en ventas de vivienda”.
Según el FNA (Fondo Nacional del Ahorro), 878.590 personas retiraron $2,21 billones en cesantías para comprar vivienda, demostrando ser la mayor demanda durante el 2020. Esto quiere decir que los colombianos saben que cuando invierten en vivienda, no solo invierten en la familia, sino que están protegiendo su dinero, mejorando su estabilidad y bienestar en su proyecto de vida.
Pero, ¿por qué invertir las cesantías en vivienda usada? Habi, la empresa latinoamericana compra y vende vivienda con procesos ágiles y sencillos, reduciendo los tiempos de espera 30 veces, presenta las cuatro ventajas de adquirir vivienda usada:
1. Precio:
Una de las principales características que tiene la vivienda usada es que presenta un valor diferencial con respecto a la nueva. Usualmente, estos son inmuebles con mayor área, excelente ubicación y mejores características que se pueden adquirir por el mismo precio en un proyecto de vivienda nueva, además, el metro cuadrado en muchos casos es más económico que el de la vivienda nueva.
Según un estudio realizado por Habi, en el que analizó el valor de metro cuadrado con respecto a la antigüedad del inmueble en Bogotá, Medellín y Cali, el valor del metro cuadrado en inmuebles nuevos versus usados puede variar entre un 7% y un 37% dependiendo de los años de construcción en cada ciudad.
Con el estudio realizado, la empresa analizó que con el mismo dinero, una persona podría comprar un inmueble de más de 20 años de antigüedad con un 37% más de área construida que el inmueble nuevo. Es decir, con lo que costaría un proyecto nuevo de 60 metros cuadrados, podría adquirir uno de 82 metros cuadrados.
En caso de que el comprador no quisiera un inmueble con tantos años de construido, igual podría conseguir otros con menor antigüedad de más área. En el estudio encontraron que un proyecto nuevo puede tener un metro cuadrado entre 7% y 9% más costoso que un inmueble de 0 a 5 años de construido.
En este sentido, adquirir vivienda usada favorece en una relación costo - beneficio, pues con el mismo dinero para invertir, se podría comprar un inmueble usado con más metros cuadrados que uno nuevo. Esto sucede ya que el valor de la tierra aumenta porque hay menos oferta de ella, entonces para que las constructoras lleguen a un punto de equilibrio, el valor es más alto.
2. Ubicación:
Generalmente, las viviendas usadas se encuentran ubicadas en los mejores sectores de la ciudad; zonas con mayor desarrollo urbano, facilidad de acceso, zonas comerciales, transporte público, zonas empresariales y zonas universitarias, entre otras. Dado que las ciudades se empiezan a formar alrededor de estos centros de productividad, hay mayor probabilidad de conseguir un inmueble usado en estas zonas, pues la oferta de proyectos nuevos es más escasa. Adicional a esto, al comprar un inmueble en estas zonas, se asegura que vaya a tener una valorización que con los años favorezca la compra.
3. Entrega inmediata:
Al adquirir un inmueble usado, una de las mayores ventajas es que se puede disponer de éste sin esperar los largos tiempos de espera que conlleva comprar una vivienda nueva. Por lo general, la vivienda usada se encuentra disponible para entrega inmediata finalizado el trámite de compra, mientras que los proyectos de vivienda nueva están proyectados para uno o dos años después, cosa que incluso puede alargarse con el transcurso del tiempo si hay alguna demora en la construcción. En proyectos de vivienda nueva incluso existe el riesgo de que finalmente el proyecto no salga y al final tengan que devolver el dinero al comprador.
4. Mayor oferta:
Es probable que encontrar el inmueble con las necesidades de la familia sea más fácil, pues existe una gran variedad de viviendas usadas que se pueden ajustar al presupuesto, tamaño, ubicación, disponibilidad, espacios para trabajar y estudiar.
Habi realizó un estudio en el que analizó el número de predios residenciales en Bogotá según su antigüedad en cada uno de los estratos, en donde encontró que hay una mayor cantidad de inmuebles que tienen más de 20 años de construido. Para todos los estratos de la ciudad, el número de inmuebles con esta antigüedad varía entre el 50 y el 70 por ciento del total en cada uno de los estratos. Adicional a esto, el estudio encontró que solo el 3 por ciento de los inmuebles en cada estrato tienen entre 0 y 5 años de antigüedad. El otro porcentaje restante se encuentran en inmuebles entre 5 y 20 años de construido.
Para Habi, la finalidad de las cesantías es la posibilidad de hacer una inversión que mejore la situación económica del trabajador, proporcionándole seguridad, que se traduce en una garantía y un alto margen de retorno en el futuro.
Paso a paso para compra vivienda usada con las cesantías
- Solicitar las cesantías a la empresa en la que trabaja.
- Consultar el valor del inmueble que quiere comprar con la herramienta que ofrece la plataforma habi.co.
- Presentar documento de compromiso de que se va a adquirir una vivienda. Se trata de una carta donde se expresa que el vendedor está interesado en vender una casa y que está interesado en comprarla.
- Iniciar los trámites para la compra del inmueble.
Fuente de redaccion Habi