El uso excesivo de los dispositivos móviles por parte de los jóvenes en los últimos tiempos ha llevado a un déficit de habilidades sociales en este grupo de la población, lo que ocasionado a tener problemas familiares y académicos desencadenando una formación de la identidad poco asertiva.
Las plataformas digitales, las cuales hacen parte de la realidad y la naturaleza de los centennials o “Generación Z”, ha causado a que la comunicación sea menos directa disminuyendo la carga afectiva que implica una relación interpersonal ,y haciendo que las actividades de tipo social, sean reemplazadas por el uso de celulares y tablets.
Sin embargo, el ecosistema digital contribuye al desarrollo de habilidades sociales de los adolescentes para lograr un mayor desenvolvimiento en los diferentes grupos sociales y así mismo, fortalecer destrezas y capacidades con miras a los escenarios laborales.
La docente del programa de Psicología y líder del proyecto de investigación “Habilidades sociales, competencias blandas y su influencia en la empleabilidad de graduados”, Luz Karine Jiménez, considera que “las habilidades sociales no están determinadas por el tipo de personalidad, estas son independientes y se aprenden. Las personas desarrollan los hábitos desde muy temprana edad y si estos no son utilizados en los contextos y reforzados por el entorno, se desplazan por otros comportamientos”.
Frente a este panorama, Jiménez comparte siete de consejos para desarrollar capacidades de interacción social y toma de decisiones en el ejercicio ciudadano y profesional de los jóvenes:
1. El reconocimiento: Es importante reconocer las diferentes situaciones sociales que intimidan y en las cuales la persona siente que puede tener valoraciones negativas.
2. Normas básicas de cortesía: Pedir el favor, dar las gracias, saludar o despedirse, son formas de interacción que son fundamentales para las relaciones interpersonales.
3. Interés por los demás: En las interacciones sociales se debe mostrar interés por la otra persona logrando que el comportamiento verbal y no verbal tengan el mismo mensaje.
4. Aprender a escuchar: Una escucha activa permite una retroalimentación oportuna de la información y la persona se sentirá importante.
5. Fortalecer la empatía: Ponernos en el lugar de los demás implica entender lo que siente la otra persona y actuar en concordancia con ello.
6. Comunicación asertiva: Es importante lograr que la transmisión de mensajes, sentimientos, creencia e ideas sean compartidas y recibidas de una manera clara y precisa.
7. Acompañamiento terapéutico: En algunos casos, es una herramienta útil para el fortalecimiento de las habilidades sociales. Desde la psicología, las diversas técnicas de intervención pueden aportar al desarrollo de estos comportamientos necesarios para el éxito social.
Fuente de redaccion Fundación Universitaria del Área Andina