Diez organizaciones de protección animal han enviado una carta al congreso colombiano para que respalde los proyectos de ley que prohibirían el transporte de animales vivos en los polémicos “barcos de la muerte”. La iniciativa se da bajo el marco de la campaña global #BanLiveExports.
Las investigaciones han evidenciado cómo miles de animales son transportados en hacinamiento, soportando temperaturas extremas y muriendo por enfermedades o por las condiciones alarmantes de insalubridad. “La descripción de estos largos viajes es aterradora. Miles de animales que se cocinan vivos, muchos cubiertos por montañas de sus propios desechos”
El llamado de las organizaciones animalistas es el de “construir un sistema alimentario más justo, ético y equitativo”, que tenga como prioridades la protección de los animales y del medio ambiente, así como la seguridad alimentaria y la salud humana.
Esta semana se desarrolla una jornada global de activismo bajo la campaña “Prohíban las exportaciones de animales vivos” (Ban Live Exports), promovida por organizaciones de protección animal en el mundo. Colombia ha duplicado sus cifras en este sentido: tan solo en 2020 fueron transportados 264.107 animales (principalmente bovinos) a países como Irak, Egipto, Jordania y Líbano, y se proyecta un crecimiento del 250% para 2021.
Por esta razón, la ONG Sinergia Animal envió una carta al congreso colombiano, firmada por 10 ONGs internacionales provenientes de Colombia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Perú y Ecuador, para pedirle celeridad frente a los proyectos de ley que contemplen finalizar con esta práctica, considerada como una de las más crueles en contra de los animales explotados en la ganadería. La misiva le ha solicitado a la comisión quinta de la Cámara de Representantes “que impulse un debate juicioso e integral de esta propuesta, sin obstaculizarla”. El llamado se realiza después de que se aplazara la primera y única discusión sobre el proyecto de ley Nº 273/20 que establecía la prohibición.
“Nos encontramos con una actitud preocupante por parte de algunos legisladores, quienes no debatieron la iniciativa y demostraron arbitrariedad frente a la propuesta. La prohibición es urgente y a pesar de mencionar la necesidad de una audiencia, no se demostró voluntad política para escuchar los argumentos”, explicó Karen Reyes, vocera para Colombia de Sinergia Animal, una ONG internacional que trabaja por el fin de las peores prácticas de la ganadería industrial y promueve elecciones alimentarias más compasivas.
Un negocio cruel e innecesario
La exportación de animales vivos para consumo ha sido objeto de controversia en todo el mundo. Las investigaciones han evidenciado cómo miles de animales son transportados en hacinamiento, soportando temperaturas extremas y muriendo por enfermedades o por las condiciones alarmantes de insalubridad. “La descripción de estos largos viajes es aterradora. Miles de animales que se cocinan vivos, muchos cubiertos por montañas de sus propios desechos, con lesiones e infecciones y muriendo aplastados o por inanición, muchas veces sin ni mismo água o comida. Sin ningún tipo de auxilio ni control, con una agonía que puede extenderse hasta por semanas o hasta meses”, explica Reyes.
En la carta, se especifica que los animales que “sobreviven a este calvario”, llegan a países donde son sacrificados con métodos y prácticas que no cumplen con las normativas estipuladas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE): “se han registrado cortes de tendones, retorcimiento y ruptura de colas, puñaladas en ojos, patadas y golpes, entre otros. Cualquier compromiso de Colombia con el ordenamiento jurídico de bienestar animal se desmorona si continuamos apoyando este negocio tan cruel e innecesario”, asegura Reyes. “Los animales y desechos son arrojados al mar, y han ocurrido numerosos escándalos por hundimientos donde también han fallecido los tripulantes y han surgido brotes de enfermedades”, agrega.
Actualmente existe un movimiento creciente de concientización alrededor de las exportaciones de animales vivos. A raíz de la polémica y de las numerosas investigaciones que han expuesto la crueldad hacia los animales transportados, varios países han tomado decisiones legislativas. Nueva Zelanda fue el primer gobierno en dar el paso, al emitir una prohibición de la exportación marítima del ganado en pie. India también ha prohibido toda exportación de animales vivos desde sus puertos y la discusión ha sido promovida en Reino Unido, Israel y Australia. En América Latina, Chile presentó un proyecto de ley en 2019 y Colombia en 2020.
“Es un negocio seriamente deslegitimado, por tanto, continuarán las exigencias para que termine y en ese sentido, nuestro país puede ser pionero como una economía emergente y consciente del respeto hacia miles de seres sintientes”, concluye Reyes. El llamado de las organizaciones animalistas es el de “construir un sistema alimentario más justo, ético y equitativo”, que tenga como prioridades la protección de los animales y del medio ambiente, así como la seguridad alimentaria y la salud humana.
Fuente de redaccion Sinergia Animal
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