John Alexander García Sánchez
Enfermero Especialista
Docente Programa de Enfermería
Fundación Universitaria del Área Andina
Uno de los mayores retos que enfrentan los profesionales, gestores y usuarios del sistema de salud, es la humanización de sus servicios. El respeto a la vida, la dignidad del ser humano y sus derechos sin distinción de edad, sexo, raza, nacionalidad, lengua, cultura o condición socioeonómica, son principios y valores que orientan el ejercicio de Enfermería y que pueden ser aplicados en cualquier ámbito profesional de la salud.
Hablar de cuidados es hablar de Enfermería y por eso, cada 12 de mayo recordamos a todos los profesionales de esta rama de la salud, que con esfuerzo y dedicación, ejercen esta importante y humanitaria labor.
Se suele pensar que las profesiones de la salud y el trabajo social son vocacionales porque se trabaja con personas que viven situaciones de vida comprometidas, algunos con enfermedad, problemas de recursos o dolores. Sin embargo, dada la dureza del trabajo, las enfermeras y enfermeros deben ser vocacionales para poder sobrellevarlo con ciertas habilidades que resultan ser útiles en otros campos de la vida e incluso, en otras profesiones.
La Enfermería es una profesión en la que se adquieren conocimientos clínicos, escritura académica, gestión de tiempo y liderazgo. Un reto que sin duda alguna, incluye una preparación con estadística, química, física y por supuesto, biología. Una carrera en la que no solo se trabaja con máquinas o herramientas tecnológicas, sino que se mantiene una total cercanía con los seres humanos. Los enfermeros se convierten en la conexión o unión entre los profesionales de la salud, el paciente y su familia sin importar las distintas etapas de la vida, situación de salud y del entorno.
Para Jhon Alexander García Sánchez, enfermero especialista y docente del programa de Enfermería de Areandina seccional Pereira, la humanización y el trato con los pacientes va mucho más allá de los conocimientos teóricos y prácticos en farmacología, fisiopatologías, ayudas diagnósticas o discusiones con colegas sobre el futuro de los pacientes, “también es importante conocer sus nombres, familias, entender su dolor, saber qué espera y qué conoce sobre la enfermedad, conocimiento de con quién pasarán la mayoría del tiempo mientras están internos recibiendo un servicio. Es importante ganar su confianza y afecto para que puedan entender y aceptar con mayor seguridad las intervenciones a las cuales se verán expuestas”.
Cada persona tiene cualidades que marcan la diferencia unas de otras y los profesionales de Enfermería no solo se destacan por la buena atención con sus pacientes, sino por tener aptitudes que los resaltan en sus labores: Habilidades en la comunicación, estabilidad emocional, empatía, flexibilidad, atención a los detalles, habilidades interpersonales, resistencia física, respuesta rápida y respeto, entre otras.
Para el docente García, “cuidar exige a todos los profesionales de la salud y es muy importante utilizar las cualidades humanas, la capacidad de razonar, sentir y demostrar empatía hacia el paciente, que permitan mantener viva esa sensibilidad realizando un acompañamiento durante la vida y la muerte”.
La pandemia del coronavirus ha tenido gran importancia en la sociedad al eliminar espacios, momentos y vivencias con personas cercanas que son relevantes en la memoria existencial de los seres humanos. El poder acompañar a un padre, una madre o un ser querido en la etapa de enfermedad y rehabilitación, es fundamental desde lo físico como emocional para todas las partes involucradas.
“En la actualidad, este rol de acompañamiento, soporte y aliento lo debe hacer el personal de salud. En muchas ocasiones, con la difícil tarea de transmitir emociones y confianza a través de una máscara, un guante o una careta, se ha logrado traspasar las barreras de lo insensible a lo humano e incondicional. Los profesionales de la salud no solo brindan soporte médico o respiratorio frente a la pandemia del COVID, sino emocional y espiritual, permitiendo que muchas personas víctimas de esta situación, se sientan acompañadas y puedan superar esta etapa con mayor confianza y seguridad”, afirma el docente García.
Finalmente, el especialista García resalta que, aunque llevamos más de un año en confinamiento y las cifras de pacientes aumentan en clínicas y hospitales, se ha evidenciado una mayor calidad humana en los profesionales de la salud. “El personal recordó lo humanos y vulnerables que somos y la necesidad que tenemos de protegernos como especie. Un gremio pequeño y fortalecido donde algunos médicos, especialistas, enfermeros y enfermeras, son vistos y elogiados como verdaderos héroes, mostrando su lado más humano, apoyando a las familias en el momento que más lo necesitan para así, avanzar en la recuperación de una sociedad afectada y devastada por la crisis sanitaria”.
Fuente de redaccion Fundación Universitaria del Área Andina