En una conferencia magistral, la destacada bióloga colombiana, Giovanna Daniés, de la Universidad de Los Andes y Fitopatóloga Universidad de Cornwel, presentó dos propuestas de Bio Diseño de Colombia para el mundo.
● El diálogo contó con el testimonio de Veena Vijayakumar, quien es la directora de programas del Biodesign Challenge, que es un programa educativo y un concurso, que está dando forma a la primera generación de biodiseñadores.
● “HOY, UN FUTURO NO IMAGINADO” es el tema del Congreso Ixel Moda que se lleva a cabo entre el 20 y el 23 de octubre de 2020.
Octubre 2020. Una conferencia magistral sobre la vital importancia de la sostenibilidad de la moda y el diseño en el impacto ambiental se desarrolló, este martes, durante la primera jornada del Congreso Ixel Moda, que se realiza en forma digital hasta el 23 de octubre, desde Cartagena gracias al apoyo de FONTUR.
La charla estuvo presentada por la galardonada bióloga colombiana, Giovanna Daniés, de la Universidad de Los Andes y Fitopatóloga Universidad de Cornwel, quien ha sido laureada con el premio Barbara McClintock en 2014 como sobresaliente en las áreas de ciencias de las plantas y L’Oréal-UNESCO para Mujeres en las Ciencias en 2019. Daníes presentó dos propuestas de Bio Diseño desarrolladas por grupos de estudiantes de Colombia para el mundo y contó con la moderación de la ingeniera y asesora de Estudios en Innovación y Desarrollo, Sofía Cerón.
“Estamos en deuda para conseguir un equilibrio entre lo ambiental, ecológico y social en la industrialización de la moda, que necesita con urgencia llegar a una sostenibilidad. La Biomoda busca cocrear una moda circular, que tenga más acceso a los laboratorios de investigación, con el fin de mitigar su impacto y huella en medio ambiente”, resaltó Daníes.
Durante la presentación se destacaron insumos para la moda elaborados a partir de hongos con el cual producen materiales tipo cuero y del té como la Kombucha, que además de tener propiedades medicinales, produce una celulosa usada para la elaboración de tejidos en la creación de prendas y accesorios. “Experimentar con estos materiales biológicos nos permitirá imaginar un futuro libre de plásticos”, resaltó Cerón.
El estudiante, Luis David Roa, presentó su emprendimiento titulado Sau Colors, una idea orientada para crear tinturas y gamas de colores a partir de los frutos de árbol de sauco. Este desarrollo está ya siendo implementado en el mercado de la moda colombiano.
“Sau Colors presenta una solución autosostenible que comenzamos a evidenciar a partir de los excrementos del ave mirla, que se tornaban en tonos azules, entonces comenzamos en la investigación al ver cómo esta ave se alimenta de los frutos del árbol de sauco. En el laboratorio iniciamos el proceso para registrar la reacción de la esencia del fruto, con otras sustancias, como el bicarbonato de sodio y el limón, entre otras, para crear nuevos tonos”, explicó Roa.
Con estos experimentos, Roa junto a su equipo, logró consolidar un Manual Único de Pintura, que describe las fórmulas para la creación de los colores, así como, la materia prima, el proceso de elaboración y como se desarrolla el color con sus tablas residuales.
“El color de Sau Colors planea inundar la industria de la mano de marcas como Converse próximamente”, destacó Roa.
Otro de los ejemplos de Biomoda fue presentado por la estudiante, Valentina Cardona, quien junto a su equipo, expuso su emprendimiento de moda circular Felling Green, que propone el reemplazo de rellenos o aislantes de plumas, poco éticos, de gansos, patos y poliéster por otros de fibras vegetales.
“Con los aislantes de origen animal los patos y gansos son desplumados en forma violenta y esta práctica es poco ética. Una sola chaqueta requiere las plumas de siete gansos y las fibras de poliéster pueden tardar hasta doscientos en degradarse. Tenemos que el 72% de las fibras textiles en el mundo están hechas con plástico y terminan descomponiéndose en microfibras toxicas y cancerígenas que producen un enorme impacto ambiental”, advirtió Cardona.
Felling Green como modelo de negocio produce un relleno sostenible para prendas que requieren aislantes especiales con materiales naturales de origen vegetal como fibras de la hoja de piña, la barba de maíz y el saco tururi de las palmas. “El proceso para la transformación de la barba de maíz y el saco de tuturi es sencillo y se realiza con pocos de recursos, para la hoja de piña, si se requiere de mano de obra artesanal o mecánica”, detalló Cardona.
Este equipo destacó que en Colombia existen en la naturaleza más de 380 fibras disponibles, pero solo diez se usan para diversos la creación de materiales y el resto han sido poco investigadas.
Por su parte, la estudiante de este equipo, Matilde Ortuz, destacó la permisividad, la suavidad y el aislamiento térmico que se logró con las chaquetas elaboradas a partir de estas fibras, que fueron utilizadas en los ensayos con los distintos rellenos términos. Para ello se usaron estas prendas con sensores que experimentaron temperaturas de menos 15 quince grados centígrados, logrando registrar una tasa 35 veces más eficiente en su aislamiento con referencia al plumón animal.
“La mayor sorpresa que registramos fue que el campeón de las fibras resultó ser la barda de mazorca, logrando 0.1 grados centígrados de temperatura de aislamiento, por encima del plumón. Esta fibra en su proceso de afieltrado, sería el mejor aislante térmico vegetal que hemos comparado”, resaltó Ortuz.
Además este equipo continuó la investigación de estas fibras y su envejecimiento en el tiempo, con respecto a la detección de hongos por exposiciones a humedad o cambios extremos. “Hasta el momento no vemos, en un año, cambios o reacciones a hongos en ninguna de estas fibras afieltradas”, agregó Ortuz.
Por su parte, Veena Vijayakumar, quien es la directora de programas del Biodesign Challenge, que es un programa educativo y un concurso, que está dando forma a la primera generación de biodiseñadores, envió un video con un mensaje promoviendo el biodiseño que trabaja para que los objetos cotidianos nos ayuden desde su propia esencia, a vivir según el curso de lo natural.
“Los diseñadores no tienen formación científica y necesitan comunicarse con profesionales de diversas disciplinas para desarrollar sus ideas y podemos ver, con estos ejemplos, cómo los diseñadores entraron al laboratorio para hacer experimentos, plantear réplicas, cuantificar procesos de forma objetiva. La invitación es para que los diseñadores propicien estos diálogos acompañados por la ciencia”, concluyó Daníes.
Ixel Moda se realiza en Destino Cartagena gracias al apoyo de FONTUR.
Fuente de redaccion: Bio Diseño de Colombia