Por Priyanka Roy, consultora de producto en ManageEngine
En el 2020 los términos “encierro”, “distanciamiento social”, “nueva normalidad” y “home office” se convirtieron en elementos permanentes de nuestro vocabulario. En ese entonces, éramos lo suficientemente ingenuos como para pensar que pronto regresaríamos a nuestra vida normal. Llegó el 2021 y estos términos siguen siendo gran parte de nuestras vidas, y el mundo entero parece haber experimentado un cambio de paradigma.
Uno de los efectos duraderos de la pandemia COVID-19 ha sido el cambio en la forma en que percibimos el espacio de trabajo. Si 2020 fue el año de las oficinas remotas, 2021 verá el nacimiento de los lugares de trabajo híbridos. Aunque el trabajo a distancia no ha sido un camino de rosas, sería una tontería ignorar sus múltiples beneficios. Entonces, ¿qué sucede ahora que la pandemia parece estar más controlada y se están lanzando vacunas? ¿Volvemos a nuestras rutinas anteriores a COVID o conservamos algo parecido al trabajo remoto? ¿Los empleados quieren volver a sus oficinas?
La respuesta está en un modelo de trabajo híbrido. A medida que las empresas reabren con cautela, muchas están considerando implementar un modelo de trabajo híbrido, que es esencialmente una mezcla de trabajadores en la oficina y remotos. Un lugar de trabajo híbrido reúne lo mejor de ambos mundos, combinando los beneficios del trabajo remoto y brindando a los empleados la opción de ir a la oficina para tareas o proyectos que requieren colaboración en persona. Según la Encuesta de preparación digital 2021 de ManageEngine, un poderoso 96% de las organizaciones alrededor del mundo está planeando continuar con el apoyo a trabajadores remotos para los próximos 2 años.
Vale la pena señalar que no son solo los empleados los que se beneficiarán de un modelo híbrido, pues este modelo traerá muchas ventajas a la mesa, desde menores costos de oficina hasta acceso a un grupo de talentos más grande.
Sin embargo, surge una pregunta muy importante, ¿afectará un lugar de trabajo híbrido a la productividad? Una cosa es cuando toda la organización trabaja desde la oficina o de forma remota, pero ¿qué sucede cuando la mitad de sus empleados están en la oficina y la otra mitad trabaja desde casa? ¿Cómo pueden los líderes empresariales crear este nuevo lugar de trabajo que garantice que tanto los empleados como los empleadores estén contentos?
Una mentalidad que priorice el enfoque remoto
Para garantizar el éxito de un modelo de lugar de trabajo híbrido, las empresas deben comprender que un modelo híbrido va más allá de un simple cambio en el lugar de trabajo de las personas. Es un cambio en cómo trabaja la gente, cómo se percibe este trabajo y cómo se gestiona. Existe una gran diferencia entre apoyar el trabajo remoto y adoptar un enfoque remoto genuino. Las políticas que simplemente respaldan el trabajo remoto permiten a los empleados trabajar desde casa, pero todo el ecosistema del lugar de trabajo está diseñado de manera ideal para beneficiar a los trabajadores de la oficina.
Un verdadero enfoque de control remoto reconoce y aborda activamente las necesidades tanto de los trabajadores remotos como de los que trabajan desde la oficina. Esto puede significar cosas diferentes para diferentes organizaciones. Para empezar, los líderes empresariales deberán tener un conocimiento profundo de qué tareas se pueden realizar de forma remota y cuáles deben realizarse en la oficina. Esto debe ir acompañado de políticas, procesos y herramientas que promuevan la paridad entre los empleados que trabajan desde la oficina y los que trabajan desde casa.
El cociente digital se encuentra con el cociente social
La "nueva normalidad" ya no es tan nueva, y revivir la vieja normalidad no será prudente. Las empresas deben identificar cuál es la próxima normalidad y cómo pueden adaptarse a ella. Los lugares de trabajo híbridos del futuro dependerán de dos factores: la integración de la tecnología y las iniciativas de participación de los empleados. A medida que el entorno laboral se vuelve más fluido, las organizaciones deberán centrarse en la experiencia del empleado. Este enfoque deberá tener en cuenta los requisitos digitales y sociales de los empleados.
Hay principalmente cuatro factores que definen la preparación de un lugar de trabajo híbrido desde una perspectiva digital: colaboración, estabilidad de la red, seguridad y preparación para la nube. Garantizar un entorno empresarial seguro ha sido una de las principales prioridades de las organizaciones desde que comenzó el trabajo remoto; sin embargo, con un modelo híbrido, los riesgos de seguridad aumentan a medida que los empleados cambian continuamente entre el hogar y la oficina. Por lo tanto, las organizaciones deberán aprovechar el poder de la tecnología para proporcionar un entorno seguro y productivo.
Desde una perspectiva social, la fuerza laboral necesitará líderes con empatía. A medida que crece la adopción de lugares de trabajo híbridos, el liderazgo de las organizaciones deberá tener conversaciones abiertas con todos los empleados, no solo con sus informes inmediatos. Tendrán que comunicarse con sus equipos frecuentemente, y sentir empatía con las situaciones personales de los empleados será más crítico que nunca. Para emerger con éxito en un mundo post pandémico, las empresas deberán priorizar las conexiones humanas y promover un sentido de pertenencia. Con el agotamiento desenfrenado, la adopción de la empatía como un atributo clave de la gestión no solo creará una fuerza laboral más comprometida y satisfecha, sino que también reducirá significativamente la tasa de deserción de los empleados.
Fuente de redaccion Manageengine
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