Bogotá, Colombia 20 de octubre de 2021-,En octubre de 1956 Jaime Posada Díaz (Q.E.P.D.) puso la primera piedra con la que iniciaría la historia de la que hoy es una de las universidades con mayor prestigio y tradición de Bogotá: la Universidad de América, que en 2021 cumple 65 años de trayectoria; y por esta razón está ofreciendo descuentos hasta del 65% en todos sus programas de posgrado, esto es, especializaciones y maestrías, tiempo limitado.
Aunque la institución se adaptó rápidamente a las necesidades y los cambios políticos y sociales de las últimas décadas, desde el Claustro aclaran que siempre han sido fieles a la identidad y los objetivos misionales con los que Posada Díaz arrancó su sueño en los años 50.
Mario Posada García-Peña, rector de la institución, destaca que en más de seis décadas de existencia, “la Universidad siempre ha tenido claro su norte: ser reconocida por la formación de líderes con excelencia académica, generadores de conocimiento, con responsabilidad social y comprometidos con el desarrollo sostenible”.
Esto le ha permitido ser parte activa en la construcción del país y consolidar su trayectoria y calidad académica, a pesar de los difíciles momentos que tuvo que sortear en sus inicios, debido a las crisis políticas que marcaron la historia contemporánea de Colombia.
Aunque la institución arrancó sus actividades en el sector histórico de La Candelaria, con las facultades de Arquitectura -con énfasis en urbanismo- y Economía, rápidamente empezó a impulsar el funcionamiento, por primera vez en Bogotá, de las Ingenierías Industrial, Mecánica, de Petróleos y Química. Hacia 1995 puso en funcionamiento sus primeros programas de posgrados, hasta completar hoy 9 especializaciones, 7 maestrías y un amplio portafolio de programas de educación continua.
De esta forma, durante todos estos años, “La América” ha permanecido a la vanguardia en estas ingenierías (de petróleos, química, mecánica e industrial), la economía y la arquitectura; aunque también ha formado a sus estudiantes, con el más alto nivel, en áreas como gerencia, calidad, medio ambiente, talento humano, planeación del territorio, empresas constructoras y los negocios internacionales a nivel posgradual.
Como hace 65 años, la Universidad sigue funcionando en el corazón de Bogotá, en la Avenida Circunvalar con calle 19; sin embargo, desde hace varias décadas, la institución decidió abrir otra sede en el norte de la ciudad, exactamente en la calle 106 con 19, en donde se ofrecen mayoritariamente programas de maestrías, especializaciones, diplomados, seminarios, cursos y talleres, bajo los mismos valores de la responsabilidad personal, de la ética profesional, del civismo y de la solidaridad social.
Por otra parte, desde 2019 se adicionaron cuatro pregrados a la oferta educativa del claustro universitario: Ingeniería Ambiental, Estadística y Ciencias Actuariales (programa único en el país), Administración de Empresas y Negocios Internacionales.
Compromiso con la memoria histórica
Otro de los pilares con los que se fundó la Universidad de América fue el incansable trabajo por la defensa y la conservación del patrimonio y la memoria histórico-cultural e inmaterial, por ello, desde la Unidad de Patrimonio y Cultura, ejerce el cuidado y conservación del Museo de Trajes, una dependencia de la Universidad fundada en 1975, que está ubicada en la imponente calle 10 con carrera 4 en elsector histórico de la Candelanria en el centro de la ciudad.
Bajo la misma línea, la Universidad tiene a su cargo el patronato de la Casa de los Derechos del Hombre, un lugar que reconoce por sí mismo el legado histórico y la trascendencia Nacional: pues es el lugar donde los derechos del hombre vieron la luz por primera vez en el continente.
“Aquí ocurrieron grandes sucesos de la historia: por ejemplo, la reproducción e impresión de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y todo lo que esto implicó en la fundación de nuestra Nación, tal y como la conocemos hoy”, resaltó Posada García-Peña.
A esta lista, también se suman la Casa Manuelita Sáenz, y la Casa del Ciudadano Eduardo Santos, ambas declaradas como patrimonio de la Nación. “Estos son lugares emblemáticos que soportan y reafirman el propósito de la Universidad de América como integradora del conocimiento, la ciencia, la historia y la civilización”, concluyó María del Pilar Muñoz, directora de la Unidad de Patrimonio.