Nuestro cuerpo está compuesto principalmente de agua. Ya sea que consumamos agua de los alimentos o bebidas, es vital para un funcionamiento diario óptimo.
El agua es esencial en todas las células vivas del cuerpo y proporciona una gran variedad de beneficios que van desde el metabolismo y la regulación de la temperatura hasta la digestión y la lubricación de las articulaciones.
Los mercados están llenos de jugos coloridos, refrescos carbonatados y bebidas energéticas que están fácilmente disponibles para los consumidores, pero muchos no se dan cuenta de que esos productos contienen azúcares, grasas y sal en grandes cantidades. Entonces, el beneficio de la hidratación se ve opacado por el riesgo de una mala nutrición.
La importancia de la hidratación para la salud intestinal
Para aquellos con una dieta balanceada, más del 70 por ciento de la ingesta de líquidos proviene de bebidas como agua, café, leche, jugos, refrescos y té. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que se consume una cantidad significativa de líquido a través de la ingesta diaria de alimentos. Casi todos los alimentos contienen algo de agua, pero las frutas y verduras son especialmente ricas en agua, lo que las convierte en una buena elección para consumir.
El agua está involucrada en todo el proceso digestivo de principio a fin.
Todo comienza con la saliva, donde la boca comienza el proceso de descomposición de los alimentos.
La comida llega al estómago y se liberan los jugos gástricos. Este ambiente altamente ácido pulveriza la comida en una pasta que luego se digiere en el intestino delgado.
En el intestino grueso, el agua ayuda a disolver las fibras solubles, lo que les permite hincharse y agregar volumen.
De manera similar, la fibra insoluble que consume tiende a atrapar y atraer agua en lugar de absorberla, lo que ayuda a promover evacuaciones intestinales regulares.
De principio a fin, el agua es una parte integral del proceso digestivo. Todos sabemos que los refrescos, las bebidas energéticas y las mezclas de café pueden tener un alto contenido de azúcar, lo que frustra el propósito de consumirlos.
La gran pregunta es: ¿qué opciones saludables tienen los consumidores, además del agua simple? Hay muchos nutrientes saludables a base de plantas que se pueden agregar al agua pura para obtener una bebida refrescante y deliciosa. El aloe vera es un gran ejemplo.
Los beneficios del jugo de aloe
El jugo de aloe, elaborado a partir de la planta de aloe vera, es una bebida que respalda tus necesidades de hidratación a la vez que le brinda beneficios digestivos. La planta natural de aloe vera contiene vitaminas, minerales, aminoácidos y fitonutrientes que son compuestos que promueven la salud que se encuentran en las plantas.
Además de los nutrientes que se encuentran en el aloe vera, también contiene un componente amargo llamado aloína. Las aloínas actúan como laxantes y no deben ingerirse. Para consumirlo de forma segura, los científicos desarrollaron un proceso de purificación, conocido como decoloración, que elimina las aloínas del jugo de aloe.
Lo creas o no, el carbón como sustancia es muy eficaz para unir y eliminar la aloína. Al usar la decoloración, el jugo exprimido pasa a través de un filtro de carbón activado para eliminar los componentes laxantes, como las aloínas, a niveles insignificantes mientras se conservan los compuestos clave que la aloe vera tiene para ofrecer.
Hoy en día, los consumidores pueden aprovechar los beneficios del aloe en muchas formas (jugo, concentrado o extracto en polvo) para mezclarlo con otras bebidas como té o agua. Agregarlo a la bebida que elijas puede ayudarte a mantenerte mejor hidratado y también a obtener el apoyo digestivo que necesitas.