Todos tenemos claro que debemos ahorrar o invertir para tener una seguridad financiera en el futuro o conseguir nuestras metas, pero muchas veces las excusas hacen que se postergue esta decisión y nunca se comience a hacerlo. Podemos compararlo con lo que pasa en esta época del año, que posponemos muchos planes, como hacer ejercicio, mejorar los hábitos alimenticios, entre otros, porque decimos que en enero iniciaremos con todo.
Y no, el momento es ahora. Puedes dejar atrás estas excusas y empezar tu plan de ahorro o inversión con pequeñas cantidades ya.
Primero debes conocer bien cuándo debes decidir ahorrar y cuándo invertir. “El ahorro y la inversión pueden ser acciones complementarias y ligadas la una a la otra pero con diferencias” afirma Fabio Chavarro, Gerente Corporativo del Grupo Juriscoop. Y continúa diciendo que lo que los hace distintos es: el objetivo que tenga la persona de cara al futuro, el producto elegido, el nivel de riesgo que quieran aceptar y la rentabilidad de los productos.
Por un lado, la acción de ahorrar permite acumular dinero de manera segura, es decir, guardar una plata para conseguir un objetivo en el futuro o tener un fondo de emergencia disponible en todo momento ante cualquier eventualidad; y por otro lado, invertir consiste en poner una cantidad de dinero “a trabajar” para obtener ingresos adicionales y buscando rendimientos mayores.
Entonces cómo saber qué plan vamos a empezar ahora mismo, si el de ahorrador o el de inversionista. Fabio Chavarro nos da las claves:
“Si tu objetivo es a corto plazo y vas a necesitar el dinero en cualquier momento, lo mejor es ahorrar” apunta el Gerente Corporativo del Grupo Juriscoop. Los productos de ahorro, tales como las cuentas de ahorro, el ahorro programado o los depósitos a plazo son productos muy seguros, que ofrecen una rentabilidad moderada pero segura, que te permiten disponer del dinero en un plazo corto de tiempo y con los que la posibilidad de perder el capital es muy remota, especialmente si lo haces en una entidad vigilada por la Superfinanciera o por la Supersolidaria.
Por ejemplo: Si estás pensando en continuar tus estudios y realizar una especialización, puedes fijarte una meta de ahorro en un año e ir ingresando mes a mes una cuota fija con la que conseguir tu objetivo en el plazo establecido.
Si en cambio, “ya eres una persona ahorradora, tienes una cantidad de plata o un capital, quieres incrementar considerablemente su valor y además no vas a necesitar ese dinero en un periodo de tiempo corto, lo mejor es que pienses en invertir y busques un producto para esto; como pueden ser los CDT’s, fondos de inversión, acciones, finca raíz, bonos, entre otros” añade Fabio Chavarro.
Ten en cuenta que dentro de las diferentes opciones de inversión existe un riesgo para el inversionista, pues hay unas más seguras que otras. Cuanta más rentabilidad se busque, mayores riesgos habrá que asumir. “Efectivamente a través de una inversión, y a diferencia de un ahorro, se puede ganar bastante pero también existe la posibilidad de perder el dinero invertido” aclara el señor Chavarro, y añade que dentro de las opciones de inversión la más segura son los CDT’s, por cuanto le garantizan una rentabilidad en un plazo determinado.
“Es importante entonces estar seguros de cuál es el objetivo de nuestro ahorro o inversión, si tenemos previamente un capital ya consolidado o si lo que queremos es empezar a guardar una plata para disponer de ella a corto plazo. Y sobre todo pensar muy bien en el riesgo que queremos asumir. Una vez esto claro, podremos decidir el producto financiero que más se adapte a nuestras necesidades y saber si somos un ahorrador o un inversionista” finaliza Fabio Chavarro, Gerente Corporativo del Grupo Juriscoop.
Fuente de redaccion Grupo Juriscoop