Bogotá, 22 de agosto, 2024. La cirugía de Sugarbaker es un procedimiento desarrollado
para el tratamiento de mesoteliomas peritoneal, o más conocidos como los tumores del
apéndice. Esta cirugía, diseñada por el cirujano Paul Sugarbaker, está especializada para
pacientes con enfermedades oncológicas avanzadas que han tenido afectación en el
peritoneo, una membrana que recubre los órganos abdominales. Históricamente, estos
pacientes enfrentaban un pronóstico sombrío, ya que no existían opciones de tratamiento
eficaces para esta condición.
“Gracias a los avances en la citoreducción quirúrgica y las nuevas técnicas de
quimioterapia, ahora podemos ofrecer tratamiento y esperanza a estos pacientes. La
cirugía oncológica peritoneal es un procedimiento complejo que se desarrolla en tres
etapas clave: la primera por medio de la citoreducción, donde se utilizan técnicas
quirúrgicas especializadas y se retira toda la enfermedad maligna visible. Posteriormente,
se realiza la quimioterapia intraperitoneal caliente (HIPEC) en donde se introduce una
solución de medicamentos de quimioterapia calentada a 42 grados centígrados
directamente en el abdomen. Este proceso busca eliminar tanto la enfermedad visible
como las células malignas microscópicas y finalmente se realiza el postoperatorio
multidisciplinario y en este, un equipo de profesionales monitorea y apoya al paciente
durante el periodo postoperatorio para asegurar una recuperación óptima”, comentó
Germán Jiménez, cirujano general, especialista en cirugía oncológica peritoneal de la
Clínica Universitaria Colombia, institución de la red de Clínicas Colsanitas.
El grupo de cirugía oncológica peritoneal de Clínica Colsanitas está especializado en
recibir pacientes de diversas áreas, incluyendo servicios de oncología, quimio-oncología y
tumores gastrointestinales. Estos pacientes son evaluados clínicamente, con estudios
imagenológicos y análisis de marcadores tumorales y, aquellos que se identifican como
candidatos potenciales, son presentados en una junta multidisciplinaria que incluye
oncólogos clínicos, cirujanos, trabajadores sociales, psicooncólogos, y especialistas en
soporte metabólico y nutricional, entre otros. Esta colaboración integral asegura una
evaluación completa y la identificación de los mejores candidatos para el procedimiento.
El procedimiento tiene todos los tintes sobre el cuidado físico y mental de los pacientes, la
operación suele tener una duración aproximada de ocho a nueve horas y cuenta con la
participación de un equipo amplio y multidisciplinario que incluye anestesiólogos, cirujanos,
enfermeras, instrumentadoras, farmacéuticos y especialistas en cuidados intensivos, entre
otros.
“El objetivo de este avanzado tratamiento es ofrecer a los pacientes una oportunidad de
vida que antes no existía ya que, en Colombia, los pacientes debían ser tratados como
pacientes paliativos pues no existía ninguna alternativa de mejora. Ahora podemos ofrecer
esperanza y mejorar significativamente el pronóstico a largo plazo. La satisfacción de
poder brindar esta esperanza y ver la mejoría en nuestros pacientes es, sin duda, una de
las mayores recompensas de nuestro trabajo” concluyó Jiménez.