Las campañas impulsadas por IA permiten reducir costos operativos entre un 15% y un 20%.
● El uso de IA para la segmentación y análisis de datos ha incrementado la eficiencia de las
campañas hasta en un 30%.
● Es crucial evitar depender en exceso de la tecnología para no perder el toque humano y la
creatividad, esenciales para conectar emocionalmente con los consumidores.
Bogotá, noviembre de 2024. Tradicionalmente, el marketing definía un “target” estático
para orientar sus mensajes, eligiendo un perfil de cliente con características demográficas
claras y más o menos estables, como edad, género, o nivel socioeconómico. Sin embargo,
esta segmentación ya no es suficiente en la era digital actual, donde los consumidores se
mueven entre múltiples perfiles y sus preferencias cambian constantemente, incluso de
un canal a otro. Hoy en día, los consumidores esperan que las marcas les hablen de
manera personalizada y relevante, independientemente de si están navegando en redes
sociales, comprando en una app o buscando en un sitio web.
Este cambio hace esencial una segmentación dinámica, en la que los mensajes y
experiencias se ajusten en tiempo real a los comportamientos y necesidades del
consumidor en cada canal. Aquí, la inteligencia artificial (IA) juega un rol fundamental. De
acuerdo con Karolina Puente, Principal Chief Executive Officer Mr. Fox “La IA permite
capturar y analizar grandes volúmenes de datos provenientes de múltiples plataformas
y dispositivos para seguir el rastro del consumidor en cada interacción. Herramientas
avanzadas de IA pueden observar y entender patrones de comportamiento, preferencias
de consumo y momentos clave en el proceso de decisión, permitiendo a las marcas
predecir las necesidades del cliente y responder de manera anticipada y efectiva.”
Gracias a la IA, las empresas han visto resultados notables en la optimización de
campañas. El uso de IA para la segmentación y análisis de datos ha incrementado la
eficiencia de las campañas hasta en un 30%, aumentando la captación de clientes
potenciales calificados en un 50%. Además, estas estrategias impulsadas por IA han
permitido reducir costos operativos entre un 15% y un 20%, logrando incrementos en los
ingresos de entre un 5% y 15% gracias a decisiones basadas en datos.
Uno de los grandes desafíos en la aplicación de IA en marketing es el manejo de datos y la
privacidad. Para lograr su efectividad, la IA requiere recopilar y procesar grandes
volúmenes de datos sensibles sobre los consumidores, lo que plantea una línea delicada
respecto a la privacidad y el consentimiento informado. “Los equipos deben ser
conscientes de la ética y los posibles sesgos inherentes en los datos, ya que la IA aprende
a partir de la información que se le proporciona. Si estos datos contienen algún tipo de
sesgo, la IA puede amplificarlo, lo cual no solo conlleva riesgos de decisiones equivocadas,
sino también de afectar negativamente la reputación de la marca.” añadió Puente.
Otro aspecto crucial es evitar una dependencia excesiva de la tecnología, que podría
llevar a descuidar el toque humano y la creatividad, elementos esenciales en la conexión
emocional con los consumidores. La IA, aunque poderosa, no debe reemplazar la intuición
y el juicio humanos, y mantener el equilibrio entre la automatización y la intervención
humana resulta clave para conservar la autenticidad de la marca y construir relaciones
genuinas con la audiencia.
En este contexto, el equilibrio entre tecnología y humanidad es más crucial que nunca
para que las marcas globales logren una conexión auténtica con sus audiencias. La
inteligencia artificial debe potenciar las capacidades de una empresa, no reemplazarlas.
La personalización impulsada por IA no puede sentirse fría ni robótica; es precisamente
aquí donde el toque humano marca la diferencia. Las marcas que consiguen integrar la
eficiencia de la IA con la empatía y creatividad humanas son las que realmente logran
conexiones profundas y relaciones significativas con sus consumidores.