La fundación de venezolanos que trabaja por Bucaramanga

Abr 24, 2020 - by administrador

Hace 16 años Alba Pereira llegó a Colombia desde Venezuela. Inconforme con la situación política y social de su país, esta colombovenezolana decidió emigrar y asentarse en Bucaramanga. “Desde entonces trabajo aquí, pago mis impuestos, genero empleo e intento ser una ciudadana ejemplar”, cuenta. De este modo, y para potenciar el impacto suyo y de sus connacionales, nació la Fundación Entre Dos Tierras. Una organización que a través de ayudas sociales busca socorrer a poblaciones vulnerables y de la cual ella es su directora.

De este modo, el trabajo de Fundación Entre Dos Tierras va dirigido a dar de comer a aquel que lo necesita. “Con un grupo de venezolanos voluntarios hacemos comidas diarias.  Las damos en el Parque del Agua, en pensiones y hoteles. Sin embargo, no nos dedicamos únicamente a población migrante. Nuestras ayudas no piden cédula ni estatus migratorio. Entonces, venezolanos, retornados, población de acogida, todos pueden tener un bocado”, cuenta Pereira.

Esta labor se ha intensificado en la actual coyuntura del Covid-19, cuyos casos en Colombia se acercan a los cinco mil. Así, en alianza con la Alcaldía de Bucaramanga, a través de la oficina de Desarrollo Social, la fundación está trabajando por mantener estas ayudas alimentarias. Se les cedió la cocina de la Escuela Normal Superior de Bucaramanga. Allí, doce venezolanos están todos los días desde las 6:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. haciendo su esfuerzo para que haya comida caliente para quienes lo necesitan.

“Entre todos hacemos diariamente 600 comidas. Hemos tenido días en los que las cifras suben: 800, 1.000, 1.500 comidas”, relata Alba Pereira. La dinámica sin fronteras sigue funcionando durante la crisis del Covid-19. Las ayudas de la Fundación Entre Dos Tierras no conocen de pasaportes y todo aquel que necesite un plato de comida es bienvenido.

Esta labor social, explica su directora, nace también como una forma de convertir en positivo lo negativo. “Hay mucha xenofobia y desinformación. Por eso, queremos demostrarle a la sociedad que estamos aquí para construir país. Transformar las narrativas negativas en oportunidades para nosotros y que las personas nos reconozcan como actores de cambio social en Bucaramanga”, afirma.

Así, ante insultos, miradas de recelos o panfletos intimidatorios, la respuesta de la Fundación Entre Dos Tierras ha sido el diálogo y el trabajo social. Con sus comidas o, como cuenta Alba Pereira, “en la comunidad nos veían como sus enemigos. Así que lo que decidimos hacer fue, entre un grupo de veinte venezolanos, salir a embellecer las calles: limpiar, barrer, lavar, recoger basuras, etc. Al ver esto, las mismas personas que nos veían como diferentes a ellos nos sacaron agua, jugos, gaseosas para que siguiéramos trabajando. Así nos reconocieron no como otros, sino como sus iguales”.

Redacción por: Colombia Sin Fronteras