A los 23 años comenzó a perder su visión debido a un diagnóstico de retinosis pigmentaria y a los 26 quedó
totalmente ciego.
Participará junto con su hijo de 15 años, quien correrá 5K y ha sido su apoyo y guía en diferentes facetas de su
vida.
Bogotá D. C., junio de 2024. El próximo domingo 7 de julio, el Parque Simón Bolívar será testigo de
una nueva historia de superación e inspiración. En el marco de la Carrera Atlética Compensar,
Henry Manrique Hormiga, un administrador de empresas nacido en Bogotá y que padece de una
discapacidad visual, buscará cruzar la meta después de correr los 10 km de la competencia.
Henry, el segundo de ocho hermanos, comenzó su vida llena de esperanza y pasión por el deporte,
pero con el pasar de los años, el destino le tenía deparado lo que para él se ha convertido en el
mayor reto de su vida. A los 23 años, un diagnóstico de retinosis pigmentaria cambió su mundo y
comenzó, de manera progresiva, a perder la visión. Tres años después, quedó totalmente ciego.
"Nací con esta condición, pero no se me desarrolló sino hasta 23 años después. Comencé a tener
una visión tubular, es decir, no podía ver hacia los costados. Mes a mes, la condición se iba
agravando, hasta que un día me levanté y no podía ver absolutamente nada. Fue como nacer de
nuevo, tuve que aprender a caminar, a escribir y a comunicarme nuevamente", recuerda Henry
Manrique Hormiga, participante de la Carrera Atlética de Compensar.
La oscuridad que invadió su visión no logró apagar su espíritu deportivo. Tras un duelo de siete
meses, en el que se aisló del mundo, Henry encontró una nueva luz en el atletismo de alto
rendimiento. En 2014, comenzó a correr, encontrando en el deporte una manera de sentirse
productivo y libre. Asegura que el deporte lo hace sentir vivo, ya que su sangre corre con más
tranquilidad, lo ayudó en su salud, bajó de peso y lo hace tener una mayor confianza.
“Aunque ya no compito a alto nivel ni en competencias paralímpicas, trato de participar en tres o
cuatro carreras al año, esto me ayuda a entrenarme de manera integral. Espero que los 10K de la
Carrera Compensar los pueda culminar en 50 minutos. Esto me servirá como preparación para
lograr completar 21K antes de que termine este año”, agregó Henry.
Al lado de Henry correrá su hijo, Santiago Manrique Rodríguez, un joven de 15 años, quien, desde
muy pequeño, ha sido los ojos de su padre en diferentes aspectos, convirtiéndose en su guía y
compañero de vida, ayudándolo no solo en su faceta deportiva, sino también como líder de
poblaciones con discapacidad visual residentes en la localidad de Bosa.
"Cuando comencé a tener conciencia, normalicé que mi padre tuviera su discapacidad. Desde los 7
años hacíamos deporte y siempre lo guie, en varias ocasiones montábamos bicicleta y logramos
llegar a diferentes municipios de Cundinamarca, esto demuestra el nivel de resiliencia y dedicación
que tiene mi padre", comentó Santiago.
Este vínculo ha fortalecido a ambos, y Santiago también participará en la carrera corriendo 5 km,
reflejando el espíritu de superación de su padre. Para Henry y su hijo, esta competencia es más
que un evento deportivo; es una oportunidad de demostrar que, a pesar de las adversidades,
todos pueden encontrar propósito y alegría, además de demostrar que la verdadera victoria está
en superar sus propios límites.