Colombia, mayo 2022 – La carga laboral de un ejecutivo y sus exigencias diarias se asocian a cambios sustanciales en su estilo de vida, desde tener poco control en la calidad de alimentos y de agua que consume, pasando por bajos niveles de actividad física, alteraciones del ciclo de sueño vigilia, hasta la tensión emocional y mental propias de su trabajo; estos factores en conjunto llevan a elevación crónica de las hormonas relacionadas con el estrés, principalmente el cortisol, un ajuste biológico que le ayuda a sobrevivir a su día a día pero a largo plazo compromete su memoria y creatividad, disminuye su agilidad en la toma de decisiones y perjudica el manejo de las emociones.
Con el tiempo estos malos hábitos generan consecuencias en la salud física y mental, incrementando la aparición de enfermedades crónicas, más comúnmente afecciones gastrointestinales como la gastritis, colon irritable, estreñimiento, y neurológicas principalmente ansiedad, falta de energía y depresión; patologías frecuentes entre los empresarios no solo en el país, sino a nivel mundial.
Como lo confirma el Dr. Javier Galvis, Médico especialista en Medicina Interna y certificado en Medicina Funcional “El cortisol cuando está elevado afecta el sistema nervioso, provoca una sensación de falta de energía que genera pobre concentración y desempeño laboral. Esta situación se convierte en un ciclo vicioso porque la falta la energía hace que el organismo pida alimentos ricos en azúcar, y el consumo de estos altera el intestino y su microbiota, a su vez el deterioro de la función intestinal afecta directamente el desempeño neurológico y eleva los niveles de cortisol”.
El consumo de azúcar produce una sensación momentánea de bienestar, pues se percibe una rápida disponibilidad de energía, que da un pico de actividad, pero después viene el bajonazo, se convierte en una cadena de malos hábitos, en donde se come más frecuente, en mayor cantidad y con elecciones inapropiadas (usualmente procesadas y altas en azúcares), para mantener los niveles de energía elevados durante el trabajo, lo que conlleva a trastornos metabólicos como: obesidad, diabetes, colesterol y triglicéridos altos, así como a enfermedades cardiovasculares y neurológicas.
Continúa el Dr. Galvis “Otros factores como el consumo de alcohol que puede estar vinculado a los compromisos sociales del ámbito empresarial y la pobre hidratación también tienen consecuencias: el alcohol impide que se absorban las vitaminas como el complejo B y los minerales como el magnesio, que son fundamentales para el buen funcionamiento del aparato digestivo. Por otra parte, el bajo consumo de agua incrementa el riesgo de estreñimiento, calambres, dolores musculares y dolores de cabeza, relacionados también con la tensión emocional”.
La solución comienza por cambios en el estilo de vida, los primeros son los que se controlan en casa como el sueño: es recomendable dormir mínimo 7 horas diarias por la noche, no sirve compensarlas de día ni el fin de semana, por cada día de trasnocho se necesitan de tres a cinco días de buen dormir para recuperarse. Es un reto para los ejecutivos a quienes el estrés físico y emocional no los deja dormir.
Hacer buenas elecciones en los alimentos, la clave para romper con el ciclo. Se recomienda llevar alimentos cocinados desde casa, la popular coca de los colombianos puede ser parte de la solución independientemente del nivel socioeconómico, porque permite controlar lo que se come, la preparación (buenos ingredientes y adecuada cocción), las porciones y la calidad. Si no quiere llevar los alimentos, se debe comer en lugares con alimentos reales, preparados y cocinados desde cero, sin preservativos o aditivos ni industrializados o ultra procesados. Por ejemplo, un menú casero bien construido es más saludable que una hamburguesa de cualquier sitio de comidas rápidas.
Una buena hidratación, bebiendo suficiente agua a lo largo del día es recomendable. Los acompañamientos para comidas como jugos, refrescos o bebidas gaseosas no son buena opción, así sean naturales. Es preferible comer la fruta que aporta la fibra natural o tomar agua con unas gotas de limón, naranja o mandarina. Otra alternativa sería un agua saborizada mediante frutas o hierbas aromáticas naturales.
“Dependiendo de la región o el departamento, los ejecutivos deben mejorar unos hábitos. Por ejemplo, en La Guajira, casi no se hidratan o lo hacen mal. Hay que recordar que el agua es la mejor bebida para el ser humano y se debe tomar mínimo 2 litros de agua diarios en adultos. Así mismo, bajar el consumo de sal y de dulces para lograr un equilibrio en el organismo. Finalmente, recordar que siempre son mejores los alimentos hechos en casa, aunque en La Guajira muchos ejecutivos tienen la fortuna de almorzar en sus hogares”, afirma el Dr. Galvis.
Otro punto importante es respetar los horarios laborales. Es respetarse. Si lleva trabajo para la casa el fin de semana, va a seguir conectado a la fuente de estrés y no mejorará. Ese respeto por sí mismo es un ciclo virtuoso, porque entre más cultive salud, hay mayor productividad y mejor relación con jefes y subalternos. Cuanto más productivo menos horas de trabajo se llevará a casa.
El deporte mejora la respuesta al estrés, despeja la mente, facilita la toma de decisiones, favorece el relacionamiento con los demás y controla los niveles de insulina elevada. Se recomienda mínimo 30 minutos de actividad física, idealmente 3 a 5 días de la semana, cualquier tipo de ejercicio que la persona disfrute. En los viajes de los ejecutivos, deberían procurar siempre que el hotel tenga gimnasio o hacer caminatas. Lo ideal es empezar el día ejercitándose, esto incrementa la productividad.
Tendencias mundiales en salud para ejecutivos
Señala el Dr. Javier Galvis ¨Fomentar hábitos de salud siempre va a traer más dinero a la compañía, porque aumenta la energía de los empleados e incrementa la productividad en la gente. Los ejecutivos que meditan son más productivos, toman mejores decisiones y tienen mejor gestión de sus colaborares. Si los ejecutivos hicieran 5 minutos de meditación en cualquier momento, esto disminuiría los niveles de estrés e incrementaría su capacidad de trabajo. Por eso empresas en el exterior cuentan con planes en aplicaciones de meditación para sus empleados. El ejercicio y espacios de ocio son otras alternativas que hay que implementar para el bienestar de los empleados, desde una mesa de Ping Pong, hasta un gimnasio ya es un paso para romper con estos malos hábitos¨.