• Entre 2018 y 2022, se registró un aumento del 100% índice de la diversidad presente en el
bosque tropical húmedo dentro de Campo Velásquez, en Puerto Boyacá.
• El proyecto ÁREA BIOSENSORA, definido por Mansarovar Energy, sumado a las
capacitaciones y foros a las comunidades y colaboradores de la compañía, son un desarrollo
en búsqueda de la articulación de tecnología y la responsabilidad social empresarial para la
conservación del medio ambiente.
Colombia, junio de 2024. En Puerto Boyacá (departamento de Boyacá), se viene
implementando desde 2018 un proyecto de monitoreo de fauna y flora que se compone de
equipos como cámaras trampa, GPS, redes de niebla, drones, además del uso de imágenes
satelitales y plataformas geográficas, en un área de bosque abierto alto (área biosensora)
para identificar y analizar las variaciones de fauna silvestre y la flora del bosque, así como la
efectividad de las medidas de protección implementadas por Mansarovar para proteger los
habitas sensibles y ecosistemas durante el desarrollo de las operaciones de Campo
Velásquez.
El área bionsensora tiene una capacidad de captura de carbono de 159 toneladas de CO2 al
año y el bosque durante su vida ha logrado una captura de 98.000 toneladas de CO2. Además
de la capacidad de retención de dióxido de carbono, en los estudios se analiza la efectividad
de las medidas implementadas por la compañía para conservar la biodiversidad mediante
equipos tecnológicos que monitorean la presencia de especies en la zona.
El uso de la tecnología y la inteligencia artificial se han convertido en herramientas clave para
el monitoreo en tiempo real, medición y seguimiento de la biodiversidad, por medio de
herramientas para la ejecución de proyectos de medición de emisiones de gases de efecto
invernadero.
Gracias a esto, entre 2018 y 2022 aumentó el índice de variación de la diversidad y se
consolidó la presencia de especies de aves, mamíferos, reptiles y anfibios presentes en la
zona que para la época de lluvias llegó al 100% y en época seca al 98.8%, al tener un hábitat
más adecuado para su supervivencia.
Estos resultados son representativos a nivel nacional teniendo en cuenta, que según la
Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas, Colombia es el
país con el área de bosque tropical más grande del mundo, 52% de su territorio, y en
simultánea el séptimo con mayor pérdida de bosques tropicales húmedos, entre 2002 y 2021,
según el ranking del World Resources Institute.
Uniéndose al esfuerzo en su conservación, Mansarovar Energy realiza dos monitoreos de
fauna y flora al año, utilizando tecnología geográfica y recolección de datos en tiempo real,
durante temporada seca (enero) y durante la temporada de lluvias (octubre), o en temporadas
climáticas de transición entre la baja y alta precipitación (marzo, junio o agosto), utilizando
metodologías estandarizadas para determinar la diversidad local, permitiendo comparaciones
significativas entre los períodos monitoreados.
Estos resultados son la consecuencia de la implementación de actividades anuales como
capacitaciones y foros con las comunidades y el personal en el Campo Velásquez (campo de
explotación petrolera de la compañía) las cuales incluyeron también a los niños, niñas y
jóvenes en el área de la comunidad, que buscan potenciar la conservación de la flora y fauna
y sus beneficios en las comunidades.
Fabiola Guerrero, Gerente de HSE (Health, Safety and Environment) de Mansarovar Energy
explicó: “Colombia tiene una posición privilegiada ante el mundo, al ser el tercer país más
biodiverso. Sin embargo, tiene un reto enorme sobre su conservación, teniendo en cuenta
que hay más de 2.600 especies amenazadas y en riesgo de extinción. Este tipo de proyectos
articuladores de la tecnología y las comunidades, pueden aportar definitivamente al medio
ambiente en Colombia”.
El área biosensora para la conservación del bosque tropical húmedo en Puerto Boyacá
representa un enfoque innovador replicable en Colombia, que se sigue enfrentando a una
deforestación y pérdida de biodiversidad constante.
La participación del sector privado como financiador y desarrollador de iniciativas de
conservación y responsabilidad social, es crucial para abordar estos desafíos de manera
integral junto con las autoridades nacionales.
Fuente de redacción: Atrevia