El poder transformador de la educación femenina

Jul 12, 2024 - by administrador

Por: María del Rosario Concha, Rectora colegio Santa Francisca Romana
He estado reflexionando sobre el camino que como mujeres hemos tenido que recorrer
para abrirnos paso en nuestra sociedad y sobre mi formación como mujer, en particular.
Tuve la fortuna de nacer en una familia, donde las mujeres hemos sido mayoría, y digo la
fortuna, porque ese hecho ha marcado mi vida de manera definitiva.
Vengo de una familia de mujeres líderes, fuertes, empáticas, irreverentes y empoderadas,
que marcaron un hito, tanto en lo personal como en lo laboral, para muchos a su
alrededor, en una época donde la voz masculina prevalecía. Mujeres que fueron para mí,
modelo e inspiración. Y no porque no hubiera también hombres líderes, amorosos y con
grandes capacidades en mi familia, sino porque ellos tuvieron la inteligencia, la
sensibilidad y la visión para promover que estas mujeres fueran e hicieran la diferencia
para sí mismas y para otros.
Soy el resultado también de una educación femenina que creyó en el rol esencial de la
mujer en la sociedad. Una educación que nunca nos puso un techo, que creyó en
nuestras capacidades como mujeres, que promovió el que soñáramos en grande y que
abrió mundos posibles para cada una de nosotras. Porque cuando nos muestran que los
únicos límites son los que nosotras mismas nos imponemos, todo es posible.
Hoy, como líder de una institución femenina, tengo el inmenso privilegio de formar de
manera intencional, en un liderazgo femenino que fortalezca el poder transformador de la
mujer en la sociedad y en una educación que promueva y desarrolle el máximo potencial
de cada una de nuestras estudiantes. Una educación que reconozca y privilegie la
diferencia como un valor, que tenga en cuenta, como varias investigaciones lo indican,
que hombres y mujeres somos distintos, que tenemos formas diferentes de ver el mundo,
de relacionarnos, de aprender y que cada uno puede llegar a ser todo aquello que sueña,
cuando cuenta con las herramientas que le permiten reconocerse desde sus fortalezas,
desde sus habilidades, potencialidades y particularidades. 
En un mundo donde la educación mixta es lo común, cobra relevancia reconocer y
destacar los beneficios inherentes de una educación específicamente dirigida a las
mujeres, en el siglo XXI. La educación femenina ofrece una plataforma poderosa para el
desarrollo del liderazgo, la promoción de la equidad de género y la ruptura de estereotipos
profundamente arraigados. Hoy, más que nunca, es importante reflexionar acerca de
cómo una educación centrada en las mujeres no solo fortalece su voz, sino que también
contribuye al progreso y a la transformación social y económica en general, hacia una
sociedad más justa, más equitativa, más sostenible y sobre todo, más humana.
 
Las mujeres que se gradúan de un colegio femenino tienen grandes ventajas, frente
a las que se gradúan de un colegio mixto.
Estudios realizados por la ICGS (International Coalition of Girsl Schools), demuestran que
un ambiente femenino promueve:
Mujeres que hacen oír su voz
Son mujeres que participan activamente y fortalecen su voz, al estar en ambientes en
donde experimentan un intercambio más abierto y seguro de ideas que promuevan hablar
libremente sin interrupciones.
Los programas académicos femeninos crean un ambiente en el que las estudiantes
pueden expresarse más libremente y con mayor frecuencia, esto las lleva a desarrollar
habilidades superiores de pensamiento. Además, su capacidad para aprender de forma
independiente las conduce a explorar temas por su cuenta con mayor regularidad.
Mujeres con confianza en sí mismas
Las estudiantes de colegios femeninos confían más en sí mismas, pues el ambiente les
brinda mayor comodidad. Normalmente obtienen mejores resultados académicos, ya que
buscan con mayor frecuencia soluciones alternativas a problemas y respaldan sus
argumentos con lógica. Por otra parte, ellas afirman que, en la mayoría de sus clases, las
desafían a alcanzar su máximo potencial académico y por eso tienen un mejor
rendimiento estudiantil.
Mujeres con mayores habilidades de liderazgo
En los colegios femeninos las niñas demuestran una gran confianza en su capacidad de
ser líderes y se interesan cada vez más en lograr serlo a futuro en su vida profesional. Los
programas en los colegios femeninos se centran en el desarrollo del trabajo en equipo, así
como también en las cualidades de confianza, compasión y resiliencia.
Mujeres con un mayor interés en desarrollar habilidades STEM
Los entornos de aprendizaje femeninos defienden las necesidades educativas de las
mujeres y por ello consideran de suma importancia su preparación en carreras STEM
(Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Las mujeres que se gradúan de un
colegio femenino reportan una mayor autoconfianza científica que sus pares con
educación mixta. 
 
En entornos de aprendizaje femenino no existen estereotipos sobre lo que les gusta a las
niñas y jóvenes o en qué se destacan, razón por la que se sienten mucho más motivadas
para emprender actividades y carreras novedosas.
Mujeres que se preparan para un mundo real
Las alumnas de colegios femeninos tienden a manejar de forma más efectiva el estrés, la
presión, la oportunidad y el desafío. Casi la mitad de las mujeres que se gradúan de
colegios femeninos califican sus habilidades verbales como altas. Tienen gran capacidad
para escribir y para hablar en público, entre otras.
Mujeres que desarrollan más su empatía
 
Las mujeres en ambientes femeninos desarrollan con mayor facilidad la empatía y esto
les permite tener mayores competencias culturales, sociales y políticas, ya que entienden
las diferencias y promueven el trabajo colaborativo y diverso. También, suelen
involucrarse en causas medioambientales, de voluntariado y trabajo social, impactando
positivamente en sus comunidades. 
Los beneficios enunciados anteriormente, deben abrir paso a que nos hagamos
nuevamente la pregunta: ¿Por qué no ofrecerles a nuestras niñas y jóvenes la
oportunidad de que se formen en un contexto que les ofrece las condiciones para que
desarrollen su máximo potencial como mujeres?