La huella de carbono se define como la afectación que generamos los seres humanos al ambiente, representada por la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos a la atmosfera por las actividades de producción y consumo de bienes y servicios de nuestra sociedad. El Dióxido de Carbono, Metano, y Óxido Nitroso, son algunos de los gases generados por dichas actividades, los cuales forman una capa en la parte media de la atmósfera que impide que la radiación solar que absorbe la tierra pueda salir al espacio, haciendo así que la temperatura del planeta aumente.
Al igual que las personas, las empresas e instituciones realizan actividades que producen gases de efecto invernadero, por eso en EcoCómputo desde el año 2018 estamos calculando la huella de carbono generada por nuestra gestión, comenzando en el transporte desde el punto de recolección hasta las plantas de desensamble, el desensamble propiamente dicho, transporte a plantas de reciclaje y procesos de reciclaje controlados por intermedio de nuestras empresas gestoras. Para el 2021 la huella de carbono que generamos fue de 752.47 TonCO2 eq ya que procesamos un total de 1.569.4 ton de RAEE, lo cual evidencia que con respecto al año 2020 disminuimos las emisiones generadas un 15.6%. Además, gracias a la correcta gestión de los RAEE evitamos que 6.980,45TonCO2 eq fueran emitidas a la atmósfera si no se hubiera realizado una idónea de los mismos.
Según Edgar Erazo Camacho, Director Ejecutivo de la Corporación EcoCómputo: “La gestión que realizamos evita que los residuos de computadores y/o periféricos se dispongan de forma equivocada en un relleno sanitario y se pierdan materiales que pueden ser reincorporados al ciclo productivo; esto en términos ambientales contribuye a la conservación y aprovechamiento óptimo de los recursos naturales y ambientales que nos ofrece el planeta”.
Teniendo en cuenta que el cambio climático es una realidad, como sociedad debemos tomar acciones individuales y colectivas que nos permitan mitigar y disminuir las emisiones generadas, pues es una tarea de todos.
A continuación, proponemos algunas ideas sencillas que ayudarán a conseguirlo:
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Adquiere aparatos eléctricos y electrónicos de bajo consumo.
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Desconecta el cargador de tu celular cuando no lo estés usando.
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Utiliza menos la secadora de ropa y otros aparatos de alto consumo energético.
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Clasifica correctamente los residuos tecnológicos y disponlos en los contenedores dispuestos para tal fin en centros comerciales y edificios institucionales.
Fuente de redaccion l.com