Confianza y planificación, las claves del mercado tecnológico ante las nuevas reglas económicas

Ene 21, 2016 - by administrador

21 de enero, 2016

Lo primero que debemos decir es que, más allá de las medidas anteriores, como las DJAI o las restricciones a la importación, 2015 fue un año positivo. No podemos negar que en lo que hace a facturación, particularmente nuestra empresa -y yo creo muchas otras- ha tenido la posibilidad de desarrollarse mucho mejor de lo que se esperaba.

Es evidente que en un negocio en el que tratamos con productos de tecnología o alta tecnología, y que en su mayoría son importados, la quita de trabajas y obstáculos genera mayor agilidad al negocio. Cuando hablo de agilidad me refiero a no tener temor a planificar porque no se sabe cuánta mercadería permitirán ingresar.

Planificar es una de las cosas que hace muchos años no estamos acostumbrados a hacer en nuestro país. La planificación se da cuando uno tiene un marco para poder hacerlo. Cuando no es así, cuando no se tienen certezas, ya sea por la situación del país o por decisiones personales y unilaterales, se hace mucho más complicado. Es ese el contexto que produce temores y dudas. En una economía más abierta, la planificación es posible. Como también lo es prever un crecimiento anual sostenido y ordenado. Acomodarse económica y financieramente ya no será una utopía.

En un marco como el mencionado, conociendo los tiempos de fabricación en planta y de la logística, podemos calcular, casi sin margen de error, el tiempo en el que el cliente va a contar con la mercadería que va a comprar. Y es justamente ahí cuando se empieza a dar un crecimiento sostenido, basado en la confianza que cada empresa le puede ofrecer a su cliente. Y no solo confianza al cliente, sino también al usuario final, que tendrá la seguridad de contar con repuestos de los productos que adquiera, con el área de servicio técnico y garantía funcionando mucho más eficientemente gracias a la certeza de contar justamente con los repuestos necesarios.

En una economía como la que se está pretendiendo es posible el desarrollo de las economías regionales en el interior del país, tan paradas y desanimadas en los últimos años. Cuando dichos mercados se impulsaron, entre 2002 y 2007, la demanda de tecnología fue mucho mayor y desde diferentes rubros se requería equipamiento completo en materia tecnológica. Con esta apertura vamos a tener una afluencia de negocios mucho mayor y esto va a hacer crecer tanto a nuestro sector como a otros.

Es claro también que en un mercado tan dolarizado como el de Argentina, con un tipo de cambio que estaba muy por debajo del que debería ser, el primer impacto producto de la liberación del cepo cambiario ha sido muy fuerte para el consumidor, con subas importantes en los precios. Sin embargo, con la liberación del mercado y una mayor competencia, los precios comenzarán a bajar y la demanda volverá a subir. Estimo un primer trimestre que seguramente no será de los mejores, y a partir de ahí el dinamismo y la confianza impulsarán nuevas inversiones, tanto internas como externas, que permitirán un crecimiento sostenido para nuestro mercado.

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