En 2018, se estimó que el mercado mundial de drones tenía un valor de US$14.000 millones y se espera que alcance los US$43.000 millones para 2024. Este crecimiento está impulsado por las oportunidades potenciales y los cambios positivos que el uso de vehículos aéreos no tripulados puede ofrecer, desde la entrega de mercancías y la inspección de sitios propuestos para la explotación minera o construcciones de edificios, hasta servir intereses de entretenimiento.
Sin embargo, la adopción masiva de esta tecnología revolucionaria podría verse afectada por las connotaciones negativas que a menudo se asocian con los drones. De hecho, un estudio reciente realizado en el Reino Unido encontró que solo el 31% de los encuestados admitió tener una actitud positiva hacia ellos. Esta percepción se debe en gran medida a los casos de uso indebido o ilegal de aeronaves no tripuladas. Se pueden aprovechar para fines de espionaje, lesionar a las personas al estrellarse, causar daños a la infraestructura crítica, incluso las centrales nucleares, o interrumpir las operaciones normales de un aeropuerto, como fue el caso cuando la pista del aeropuerto Gatwick de Londres en el Reino Unido, tuvo que ser cerrada debido a la presencia de drones.
Por estas razones, es importante construir y mantener la confianza en esa tecnología, así como salvaguardar su función como innovación importante para empresas y personas, asegurando que no represente un riesgo para la privacidad y la seguridad. Para ayudar a que el uso de los sistemas de aeronaves no tripuladas sea más seguro, reducir los riesgos relacionados con el mismo y aumentar la responsabilidad del operador, Kaspersky ha desarrollado su propia solución antidrones.
El software Kaspersky Antidrone coordina el trabajo de varios módulos de hardware proporcionados por socios y distingue los drones de otros objetos. El módulo de detección principal busca drones utilizando videocámaras combinadas con radar, LIDAR y sensores de audio, según las necesidades y el entorno de los clientes. El uso de un escáner láser para determinar la posición del dron es único en la solución de Kaspersky y no se ha aplicado antes en este campo.
Al ser detectado un objeto en movimiento en el cielo, sus coordenadas se transmiten a un servidor dedicado, que luego las envía a una unidad especial. De acuerdo con los datos del módulo de detección primario, esta unidad gira hacia el objeto, lo rastrea y entonces la cámara lo enfoca. Al mismo tiempo, una red neural, entrenada para identificar drones entre otros elementos en movimiento, analiza el objeto en el vídeo. Si es identificado como un dron, el servidor envía la orden al módulo dedicado para bloquear la comunicación entre el dispositivo y su controlador. Como resultado, el dron vuela de regreso al lugar desde donde despegó o aterriza en el lugar donde perdió la señal con el controlador. Esto significa que el dispositivo no se dañará, ya que no hay contacto físico o ataque hacia el dron.
Por: Redacción Kaspersky.