¿Ha pensado qué pasaría si pierde la audición de repente? La mayoría de las pérdidas auditivas son graduales e indoloras, lo que significa que muchas personas pueden estar evitando revisiones de salud auditiva o incluso tratamientos para conservarla. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud estima que para el 2050, unos 900 millones de personas padecerán problemas de audición por prácticas auditivas irresponsables y falta de acceso a atención médica, entre otros factoresi.
La sordera tiene diferentes grados entre leve y profunda y afortunadamente es tratable en todos ellos con diferentes alternativas, pero dependiendo del caso unas son más efectivas que otras. Juan Carlos Katamuskay es un psicoterapeuta y músico manizaleño que a sus 55 años ha perdido la audición en dos momentos de su vida por razones que se pudieron evitar. Ahora él disfruta poder escuchar sin límites.
“Mi audición fue normal hasta los 28 años. Un día estaba en clase de la universidad y el profesor nos invitó al patio para una actividad, al salir me di cuenta que, de repente, ya no escuchaba bien. Quedé en shock. Inmediatamente, fui al otorrino y me explicó que tenía una condición llamada otosclerosis. En ese momento me formuló mis primeros audífonos para escuchar”, afirma Juan Carlos.
La otosclerosis se refiere a problemas en el proceso de sustitución natural de los tejidos de los huesos del oído medio, interrumpiendo el paso de ondas sonoras al oído interno. Su causa está en estudio y se sabe que tiene un componente poblacional y hereditario.
La condición que presentaba Juan Carlos podía corregirse quirúrgicamente; sin embargo, él cuenta que no accedió a la cirugía, porque no había un diagnóstico claro. Una junta médica que consultó como segunda opinión descartó otosclerosis y diagnosticó sordera neurosensorial, desencadenada por una fuerte dosis de antibiótico que le fue formulada en su adolescencia para tratar una infección urinaria.
Con los audífonos, Juan Carlos logró volver a captar sonidos; sin embargo, no fue así por mucho tiempo: “Mis oídos y los audífonos competían en una carrera constante contra el tiempo. A medida que pasaban los meses mi sordera crecía progresivamente, por lo que debía cambiar con constancia los dispositivos por otros cada vez más potentes con mayor volumen. Entonces, pasó lo que nunca pensé que se iba a repetir: quedé sordo por segunda vez. Los audífonos ya no eran suficientes”.
A los 53 años y después de haber utilizado unos 10 audífonos diferentes, Juan Carlos volvió a tener la sensación de desconexión con el mundo. Nuevamente, de manera súbita, dejó de escuchar las voces de sus pacientes y asistentes a conferencias, aunque usara otros audífonos o aumentara el volumen.
La audióloga y presidente de la Asociación Colombiana de Audiología (Asoaudio), Dra. Mónica Forero explica: “Los audífonos son ayudas auditivas externas que amplifican el sonido ambiente para que el oído interno lo reconozca; es decir, a mayor daño, se requiere más volumen. Cuando la pérdida auditiva va de severa a profunda el beneficio obtenido con los audífonos es muy limitado, ya que el paciente escucha sonidos de alta intensidad, pero no los discrimina”.
Antes de que perdiera la audición por segunda vez, Juan Carlos había empezado a investigar otras alternativas que le permitieran escuchar igual que antes de los 28 años. Como el volumen máximo de sus audífonos le causaba constantes dolores de cabeza, zumbidos en los oídos y afectaba la relación con su familia y pacientes, decidió acceder al implante coclear.
El Dr. Santiago Hernández, especialista en Otorrinolaringología y Neurotología expone: “Los implantes cocleares son dispositivos para tratar pérdidas de audición de severas a profundas, que cuentan con componentes externos e internos y generan una ganancia de sonido superior. Los implantes cocleares, por ejemplo, no fuerzan las partes dañadas del oído, sino que las evitan o las reemplazan y estimulan directamente el nervio auditivo para enviar las señales al cerebro”.
El Dr. Hernández afirma que el proceso del implante coclear consta de una cirugía que debe hacerse por un especialista otólogo en la que se implanta un dispositivo electrónico con un hilo de electrodos que sustituye al oído interno dañado y se conecta a un pequeño procesador de sonido externo encargado de recibir las ondas sonoras. Esta fue la intervención que se le practicó a Juan Carlos Katamuskay y fue el inicio de un nuevo camino a la audición.
Tras ser usuario de implante coclear bilateral, Juan Carlos retomó con más fuerza su trabajo como psicoterapeuta y sus relaciones interpersonales mejoraron, pues ahora no sólo percibe ruidos, sino que tiene el poder de escuchar y entender con claridad voces y sonidos del día cotidiano en ambientes tranquilos o ruidosos; además de disfrutar de las notas musicales que compone y escucha.
Constanza Acevedo, presidente de la Fundación Eco de padres a padres establece la importancia del acompañamiento profesional y emocional en la evolución del usuario de implante auditivo: “Una persona usuaria de implante coclear requiere un equipo que le brinde apoyo constante para obtener los resultados esperados. Los profesionales médicos, así como fonoaudiólogos y audiólogos son los encargados de que el dispositivo funcione correctamente y los sonidos sean no sólo percibidos, sino reconocidos y discriminados. Escuchar por primera vez o volverlo a hacer es como nacer de nuevo, hay que aprender”.
Según la OMS, no atender las pérdidas auditivas efectivamente cobra unos 750.000 millones de dólares internacionales al añoi, asumidos en gran parte por los sistemas de salud y educación en esfuerzos de inclusión y tratamiento dirigidos a esta población. Por otro lado, de acuerdo con un estudio colombiano publicado en la revista especializada Otology & Neurotologyii, el implante coclear es el tratamiento óptimo para la sordera profunda, pues es el más eficiente y rentable para mejorar la calidad de vida y productividad del paciente.
El estudio estableció que los usuarios de implante coclear examinados obtuvieron una ganancia de 5.7 años de vida ajustados por calidad; mientras que los usuarios de ayudas auditivas, como audífonos, alcanzaron una ganancia de 4.6 añosii.
“La pérdida de audición es una condición que se puede presentar en cualquier etapa de la vida y cuando es progresiva puede llegar a dejar sordo a la persona que la tiene. Es importante estar atentos a señales de alerta en la niñez y la juventud, por eso se debe capacitar a los docentes de escuelas y universidades en señales de alerta para la detección temprana de la hipoacusia”, afirma María Piedad Núñez, audióloga y gerente clínica de Cochlear Colombia. De hecho, para el 2050 se estima que 1 de cada 10 personas en el mundo sufrirá alguna pérdida de audición discapacitante y una de las grandes causas es que actualmente unos 1.100 millones de jóvenes están en riesgo de padecer hipoacusia por prácticas insegurasi.
“Es muy importante cuidar de la salud auditiva y estar atentos a señales de que algo va mal, como tinitus, vértigos, ototis a repetición, etc. Debemos asistir a controles anuales para estar seguros de que nuestros oídos están funcionando correctamente o, como en el caso de Juan Carlos, para recibir una ayuda auditiva cuando sea necesario”, añade Nuñez.
Juan Carlos siente que tomó la mejor decisión de su vida al incluir los implantes cocleares en su historia. Con 55 años se sigue emocionando al escuchar la voz de sus pacientes (y hasta sus pensamientos, bromea), uno de sus sonidos favoritos, junto al de su guitarra y los pájaros en la mañana. “Es increíble la cantidad de sonidos que algunos dan por hecho o a los que le prestan atención y que son muy curiosos y placenteros de escuchar. Por muchos años no supe cómo sonaban los zapatos, la ropa al caminar, la brisa y los susurros. Tener el poder de escuchar sin límites es como volver a nacer”, concluye.
Los especialistas de Asoaudio, Fundación Eco de Padres a Padres y Cochlear invitan a la población oyente a cuidar su salud auditiva, mediante controles periódicos con el médico o audiólogo y hacer una exposición responsable al ruido. Y animan a pacientes de pérdida de audición sin tratar, sus familias y sus cuidadores a informarse sobre todas las opciones disponibles para acceder a un tratamiento que les permita escuchar ahora y siempre.
Por: Redacción BCW GLOBAL