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Su impacto en la productividad de todos los sectores industriales podría agregar billones de dólares en valor a la economía global
Un año atrás OpenIA revolucionó el sector tecnológico con el lanzamiento de su modelo de inteligencia artificial ChatGPT, generó un gran impacto -además de grandes debates- en las empresas y en la sociedad. Hoy cobra protagonismo la Inteligencia Artificial generativa (GenAI). ¿De qué se trata? Esta tecnología trabaja a partir de modelos de aprendizaje que son gradualmente entrenados, se sostienen en grandes volúmenes de datos que los alimentan y que provienen de distintos orígenes.
En cuanto a datos específicos de su efecto en la economía digital, un informe reciente publicado por McKinsey estima que la GenAI puede generar potencialmente entre 2,6 y 4,4 billones de dólares de valor para la producción en varios sectores. Incluso un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugiere que la GenAI no eliminará empleos, sino que los complementará.
La expansión del conocimiento de GenAI se ha acelerado debido a que fue fácilmente aplicada en casos de la vida cotidiana, haciendo las actividades cotidianas más cómodas y rápidas. Entre algunos casos de uso que ayudaron a su popularidad se encuentran:
1. Utilización de chatbots como medio de comunicación, aplicado para entrenamiento de personal o relacionamiento con clientes.
2. Generación de nuevos contenidos como imágenes, audios y videos a partir de indicaciones personalizadas o necesidades, en gran escala, lo que es útil en industrias como la publicidad, los medios de comunicación y el entretenimiento. Esto reduce los costos y el tiempo de producción, al tiempo que garantiza una salida constante de creaciones de alta calidad.
3. Creación de mundos virtuales para videojuegos, educación personalizada para los alumnos así como tratamientos médicos para los pacientes.
Dentro de las técnicas utilizadas en la creación de sistemas de GenAI se encuentran el uso de redes neuronales, las cuales son entrenadas con grandes volúmenes de datos, para ir identificando patrones y relaciones entre los datos/elementos, y de esa forma ir generando nuevo contenido. La GenAI se relaciona al concepto de GANs (Generative Adversarial Networks), el cual consiste en entrenar dos modelos en competencia en base a un generador y un discriminador. Dependiendo del caso de uso y el propósito, esta técnica puede ser complementada con otros modelos generativos que trabajan a partir de distribuciones probabilísticas y arquitecturas más complejas.
En el caso de TIVIT, en la actualidad contribuye con las empresas a revolucionar sus procesos con eficiencia y acelerando su transformación digital basándose en la aplicación GenAI. “En la compañía utilizamos la plataforma Athena, que puede ser aplicada en diversos segmentos o sectores del mercado, con fines de optimizar tiempo, reducir gastos y apoyar en la toma de decisiones estratégicas. Dentro de los principales beneficios de Athena, está la integración de la misma con principales herramientas de comunicación del mercado, la escalabilidad y la confiabilidad”, detalla Marjorie Guerra, Gerente de Digital Business de TIVIT Latam.
Este panorama de crecimiento exponencial, tiene también grandes desafíos, que van de la mano de abordar las cuestiones éticas al diseñar modelos de IA: cómo garantizar la calidad de los datos, que los mismos representen coherencia en sus resultados, que no exista un sesgo o datos que desvirtúen, la transparencia de la información base, la seguridad de la información, la garantía de privacidad de data sensible, la interpretación que puede darse a los resultados, así como la veracidad de los mismos. Asimismo, al seguir escalando las soluciones en base a IA se requiere niveles computacionales más altos y por ende mayor inversión, lo cual puede converger en un desafío constante.
La era de la IA generativa apenas comienza, hoy solo se observa la punta del iceberg en el vasto campo de la IA.