Esta inversión beneficiará directamente a 50 estudiantes y más de 700 habitantes de estas
comunidades.
La financiación de más de 450 millones de pesos contribuyó a la creación de entornos de
aprendizajes significativos y culturalmente pertinentes.
Valle del Cauca, Colombia, junio de 2024. La tasa de abandono escolar en las zonas rurales de América
Latina es cercana al 17%, según el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe. Además, diversos
estudios demuestran que la infraestructura de los entornos educativos impacta positivamente las tasas
de culminación escolar y el aprendizaje. Consciente de esto y en su compromiso con el desarrollo de las
comunidades de su zona de influencia, Providencia entregó dos nuevas obras de mejoramiento de
infraestructura escolar en las zonas rurales de Guacarí y El Cerrito, Valle del Cauca. De esta manera,
Providencia ha realizado 6 entregas en los últimos 5 años.
En línea con los objetivos de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC)
de la UNESCO, esta iniciativa busca contribuir a la equidad, relevancia, pertinencia, eficiencia y eficacia
de la educación en la región. La intervención no solo renovó la infraestructura física, sino que creó
espacios adicionales como bibliotecas y salones de arte, generando entornos de aprendizaje
significativos y culturalmente pertinentes.
Los centros educativos beneficiados fueron la Institución Educativa Pedro Vicente Abadía, sede Carmen
Arsayus del corregimiento de Canangua, en Guacarí, y la Institución Educativa Jorge Isaacs, sede Simón
Bolívar de la vereda El Guacanal en El Cerrito; con una inversión de más de 450 millones de pesos que
beneficia directamente a 50 estudiantes y más de 700 habitantes.
Luz Janeth Saavedra, rectora de la Institución Educativa Jorge Isaacs, a la cual pertenece la sede Simón
Bolívar, resaltó: “esta intervención en nuestra instalación educativa es necesaria y oportuna. Las
renovadas infraestructuras brindan un ambiente propicio para el aprendizaje de nuestros estudiantes y
el desempeño de nuestros docentes. Indudablemente, este proyecto marcará un antes y un después en la
educación rural de nuestra Institución”.
Por su parte, Juan Carlos Osorio, docente de la escuela Carmen Arsayúz, comentó que “con la
renovación de nuestra escuela, ahora contamos con mejores espacios para el aprendizaje y el desarrollo
de los estudiantes. Contamos con una innovadora biblioteca, que permitirán explorar interés académicos
y creativos”.
Además, para fortalecer la relación con las comunidades aledañas a las operaciones de la Empresa,
Providencia invitó a distintos proveedores de caña con tierras productivas en la zona, a unirse a esta
iniciativa realizando un aporte económico que permitió ampliar las obras que se realizaron en estas
instituciones educativas.
Vicente Borrero, gerente general de Providencia, concluyó que “en Providencia entendemos el impacto
positivo que puede tener una infraestructura escolar moderna y bien equipada en el desarrollo de los
estudiantes. Así que esta intervención es una apuesta no solo por mejorar las escuelas del sector y la
educación de los niños, sino también por fortalecer el vínculo comunitario, asegurando un futuro sólido y
exitoso para los estudiantes”.
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Sobre Providencia:
Por casi 100 años Providencia ha entrelazado la naturaleza, la educación y el desarrollo económico para dejarle a las próximas generaciones un
lugar para vivir; su gestión en lo social, ambiental y económico le permiten catalogarse como una empresa de triple impacto. En 1991 el Ingenio
pasó a formar parte de la Organización Ardila Lülle, incorporando grandes avances tecnológicos y diferentes cambios en su estructura
organizacional.
Su componente social es la educación de calidad. Gracias a sus programas son beneficiadas 4.000 personas al año con educación básica y
media, formación tecnológica, primera infancia (Providencia Centro de Formación Integral), fomento al deporte, entre otros.
Desde la gestión ambiental, trabaja en la creación de fuentes energéticas renovables derivadas del ejercicio agrícola, actividad que cuenta con
la certificación internacional Bonsucro que acredita el cumplimiento de los estándares en la fabricación sostenible de azúcar y alcohol. Así como
la protección y preservación del agua, la biodiversidad y los ecosistemas frágiles amenazados, a través de Providencia Parque Ecológico
Providencia.
En el ámbito económico se materializan los esfuerzos en la producción de azúcar, así como bioetanol, energía eléctrica renovable y compost
orgánico, entre otros, generando 3,640 empleos directos. Por usar la fuerza del mercado para dar soluciones concretas a problemáticas sociales
y ambientales, Providencia es certificada como Empresa B.