Bogotá D.C. 10 de abril de 2017. La ciencia y la tecnología han sido importantes elementos de cambio en el mundo desde la primera revolución industrial, con la aparición de la máquina de vapor. Y estas han sido disciplinas en las que los hombres han sido protagonistas importantes, aunque sabemos que varias mujeres han dejado huella sin que se conozcan mucho sus nombres.
A pesar de que los tiempos han cambiado y que las mujeres se han hecho más visibles en estos campos, la brecha de género en la industria de la tecnología y en los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sigue abierta. Estudios dicen que tan solo un 16% de las mujeres se gradúa de carreras propias de estas áreas (fuente Foro Económico Mundial).
Pero el riesgo no solo está en la poca participación de las mujeres. El mundo grita desde ya la necesidad de profesionales en estas áreas para 2020. Se calcula que habrá una escasez de 40 millones de ingenieros altamente calificados a nivel global.
De todos modos, Microsoft hace un esfuerzo grande para atraer talento a la innovación y al estudio de las ciencias de la computación. Para celebrar este día, el gerente general de Microsoft Colombia, Marco Casarín, quiere invitar a las mujeres para que sean las protagonistas de los cambios que están por venir: Él opina que “la representación equitativa de las mujeres en la industria tecnológica, y en todos los campos STEM, no solo es un asunto de justicia. Nuestras economías y sociedades pierden cuando fracasamos en incluir a la mitad de la inteligencia del mundo en nuestros motores de innovación. Esa tendencia continuará si no invertimos nuestro tiempo, energía y recursos en estos esfuerzos”.
Aunque cifras señalan que actualmente las mujeres sólo poseen el 7.5% de todas las patentes y representan únicamente el 15% de todos los inventores, cada vez son más las que van abriéndose camino y dejando huella.
Tomamos las historias de una licenciada en matemáticas y dos ingenieras de sistemas que, además de trascender en sus carreras profesionales en Colombia y en el mundo, también han roto esquemas tradicionales en sus áreas de trabajo.
Tres mujeres en Microsoft
Cada vez es más evidente que la ciencia y la tecnología también es cosa de mujeres. Este es el caso de estas tres jóvenes mujeres que hoy nos cuentan cómo han vivido este gran reto.
Karen Torres
Arquitecta de soluciones de datos en Nube
Karen Torres es arquitecta de soluciones de datos en la nube en Microsoft y, desde su cargo, su trabajo es ayudar a los clientes de la compañía a sacar el mayor provecho a sus datos.
"Fui reclutada a través de LinkedIn. Me contactaron porque iban a abrir mi posición en Colombia y, desde un principio, me sentí intrigada por la idea. No sabía por qué una compañía como Microsoft buscaba un perfil como el mío ni tenía idea de cómo encajaría en su portafolio de productos", relata Karen sobre sus inicios en la multinacional de tecnología. “Al empezar la entrevista, le dije al reclutador que me dejara contarle primero lo que yo hacía y cuál era mi experiencia, y que luego él me dijera cómo me ajustaba al perfil que estaban buscando”.
De esta forma, Karen llegó a donde se encuentra ahora, no sin antes de pasar por diferentes etapas en su vida profesional y experimentar el reto de salir de su zona de confort para aprender cosas nuevas.
“Decidir un cambio de enfoque y pasar de la docencia y la investigación a un trabajo aplicado a la industria con un alto componente tecnológico fue un desafío porque ya estaba muy posicionada en mi rol y me sentía muy cómoda. Al convertirme en científica de datos tuve que reaprender muchos conceptos desde una perspectiva diferente”, describe la licenciada en matemáticas. "Tuve la oportunidad de apoyar el desarrollo de mi conocimiento con diferentes tipos de software y me gustó cómo la tecnología podía potenciar y hacer muy eficientes los procesos de estimación, optimización y toma de decisiones”.
Al terminar su maestría en Estadística Aplicada y Estadística para el Sector Público, Karen tuvo la posibilidad de aplicar su conocimiento en diferentes industrias, incluyendo una fundación que implementaba tecnología Big Data para aportar al desarrollo de los objetivos sostenibles del milenio.
Además de su inteligencia, su visión de liderazgo también ha sido un factor de éxito para esta científica de datos. Pues Karen está convencida de que las mujeres líderes del sector tecnológico deben caracterizarse por ser arriesgadas, tener un amplio conocimiento en su materia y expresar sus ideas de forma clara, sencilla y firme. Asimismo, es consciente de la importancia de empoderar a las mujeres desde temprana edad a través de entrenamiento en tecnología, de manera que en el futuro la programación y la implementación de herramientas tecnológicas sean sólo un recurso para contribuir con soluciones innovadoras a las problemáticas de la industria y el país.
“Yo creo que debemos fortalecer los espacios de encuentros entre mujeres para que muestren sus experiencias en el campo a otras y, a la vez, generen oportunidades para que las más jóvenes encuentren mentoras que les ayuden a orientar su carrera. La comunidad es importante para afianzar el conocimiento y aprender en un ambiente seguro y sin prejuicios”, concluye Karen.
Sandra Marín
Gerente de Mercadeo para el Canal de Socios de Negocio
Desde la casa matriz de Microsoft en Redmond, Washington (Estados Unidos), esta colombiana desempeña la labor crear programas e iniciativas globales que garanticen que los socios de negocio de la compañía cuenten con las mejores opciones para crecer.
"Trabajo principalmente con empresas que desarrollan aplicaciones, algunas sencillas como sitios web o aplicaciones móviles, y otras más complejas como distribución de contenido, Internet de las cosas, analítica avanzada, chatbots, servicios cognitivos, realidad virtual, inteligencia artificial, etc.", cuenta la ingeniera de sistemas y magíster en Administración de Negocios.
Incluso antes de graduarse de la universidad, Sandra ya trabajaba "echando código" en algunos emprendimientos. “Mi primer trabajo formal, con contrato y cheque mensual, fue como desarrolladora en una empresa productora de software”, relata Sandra. “Desarrollar software fue el área de crecimiento profesional que me permitió evolucionar naturalmente hacia el campo de la arquitectura de aplicaciones”.
Curiosamente, el hecho de ser mujer fue un factor que jugó a su favor para entrar a Microsoft puesto que la compañía intencionalmente busca tener equidad de género entre sus empleados. Así, Sandra comenzó desempeñando un rol técnico como la única mujer consultora de software en un equipo de más de 20 personas.
A diferencia de lo que muchos piensan, esta ingeniera está segura de que los desafíos profesionales en esta industria son los mismos tanto para los hombres como para las mujeres. “Independientemente de si se es hombre o mujer, las tecnologías de la información y las comunicaciones avanzan a pasos de gigante y por eso mantenerse vigente es el reto más grande. Adicionalmente, entender las nuevas plataformas y, sobre todo, cómo aprovecharlas es uno de los desafíos más importantes para cualquier persona en esta línea de negocio”, dice Sandra.
Consecuente con ello, su visión de liderazgo femenino es claro: “yo creo que una mujer líder en cualquier área es innovadora, tenaz, persistente. Más allá de tener el conocimiento intelectual, sabe aplicarlo en situaciones reales de la vida diaria. Influenciar con el ejemplo. Todos hemos escuchado sobre Edison, Marconi, Tesla, y otros, pero en el caso de las mujeres, escasamente se acuerdan de Marie Curie. Esto nos da un ejemplo claro de lo que una líder debe hacer: contar la historia”.
Yohanna Ramírez
Gerente de Mercadeo para Audiencias Técnicas y Profesionales
Cuando estudiaba Ingeniería de Sistemas, Yohanna Ramírez era una de las 15 mujeres de 60 alumnos. “Por venir de una familia muy tradicional, en casa nunca vieron con buenos ojos que estudiara una ingeniería. Sin embargo, quise valorar mis habilidades con la tecnología y mi curiosidad por las cosas funcionales”,comenta la gerente, quien además confiesa que cursar este pregrado con tantos hombres resultó algo intimidante luego de graduarse de un colegio femenino. Ahora, en su maestría en Gestión de Innovación, ella es una de tres mujeres en un programa de 14 estudiantes.
A pesar de los estereotipos, para Yohanna nunca existieron barreras que le impidieran hacer lo que más le apasionaba. Pues a sus 23 años, ya lideraba y moderaba una comunidad de profesionales en infraestructura en la que se dedicaban a compartir sus conocimientos. En este grupo, la experiencia de conseguir patrocinios para mantener sus actividades la llevó a tener su primer contacto con Microsoft, donde inició como evangelizadora de desarrolladores académicos.
No obstante, este logro no se dio antes desempeñarse como consultora de software, desarrollando e implementando tecnologías como SharePoint, Exchange y Windows Server en otras organizaciones, entre ellas la Contraloría General de la República y la Policía Nacional.
Llegar a donde se encuentra actualmente, en Microsoft, no pudo haberse dado sin tener una perspectiva clara del liderazgo y sus implicaciones en su género. “Definitivamente, para ser líder, una mujer debe ser altamente competitiva y segura de sus conocimientos, incluyente, abierta al cambio y que pueda trabajar bajo un esquema flexible frente a las tecnologías, sin casarse plenamente con alguna de ellas”, opina Yohanna.“Independientemente del género, el desarrollo de nuevas soluciones es vital dentro del esquema de innovación y crecimiento de la industria. Las mujeres cada vez más estamos logrando posicionarnos en áreas en las que antes eran exclusivamente masculinas y esto nos otorga un punto de confianza y crecimiento dentro de cada una de las verticales en las que está presente la tecnología”.
Actualmente, Yohanna es gerente de Mercadeo para audiencias técnicas y profesionales, en el área de Innovación y Divulgación de Nuevas Tecnologías de Microsoft, cargo desde el cual ha conectado oportunidades de desarrollo profesional y de formación para nuevos talentos desarrolladores en Colombia y Latinoamérica. De igual forma, establece puentes de comunicación entre el Gobierno, la academia y la industria para promover el diseño de proyectos que contribuyan a la generación de software y a la adopción de nuevas tecnologías en diferentes ámbitos en el país.
Por eso, desde su rol y consciente de que la academia constituye un punto de partida clave para el empoderamiento femenino desde la tecnología, Yohanna contribuye a la creación de programas como DigiGirlz de Microsoft, mediante el cual las mujeres de todo el mundo pueden aprender a programar, conocer historias inspiradoras de otras jóvenes del sector, así como dimensionar el alcance de lo que pueden lograr con el desarrollo de habilidades informáticas
Por: Redacción Microsoft
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