En una oficina pequeña, la baja en la productividad puede comenzar a partir de un elemento de equipamiento de oficina o un proceso que nadie sabe bien cómo manejar. Ya sea que se trate de enfrentar problemas de conectividad, bajas velocidades de impresión, pobre calidad de imagen o configuración compleja, antes de que uno cobre conciencia de ello tres personas deben dar una mano y el trabajo se detiene abruptamente.